Pestañas

enero 27, 2012

"Pololito"



"Pololito"

Yo tengo el pololo
más lindo del planeta,
me manda mensajitos
que me piran la zambeca.
Me dice que me quiere
aunque yo no tenga teta,
y pa' halloween no pide
nada si no es piruletas.

Tengo el pololo,
el pololo mas bonito,
que me dice que me quiere,
que me quiere un poquitito.
Cuando anda enojado
todavia da besitos,
aunque me pegue muy fuerte
en mi pobre popotito.

Yo le digo que soy rana,
yo le digo que soy lobo,
conejo, abuela, mono
y a veces bien bien bobo.

Pero él me quiere igual,
porque yo no rasco mal,
eél me quiere de verdad,
"mi jacinto" dice, y tal.

Yo lo quiero mucho mucho
aunque no lo diga tanto,
yo le doy unas yerbitas
que lo curan de su espanto.

Porque a veces soy feito,
soy pendejo y muy tontito,
pero sígome acordando
de mi hermoso pololito.

enero 25, 2012

Entre gaviotas y cocodrilos no sabemos bien quien somos


Encontrados, entonces, con tales bárbaros indígenas, los Dikajabs Sisbs Weojeos-Ujek, realmente no sabían qué decir pues apenas pudieron salir del asiento simplemente volaron hacia otro lugar, más cercano, pero menos cálido. Lejos de aqullos interumpidores censuristas que lo único que hacñian eran cortarles las alas, dejándolos sin ser gaviotas, sino un hibrido entre perros y cocodrilos que nadie quería visitar. 


¿Qué les deparaba el futuro? ¿En qué se convertirían luego? Era un camino riesgoso, pero realmente necesitaban tomarlo y sin piedad se avanalzaron sobre él, sobre ese sendero de rocas y plantuzcas amononadas que no tenían idea de muchas cosas en su vida plantística. Sintieron el viento y, con sus alas de gaviota volaron sobre acantilados y juegosos trastos de papepeltas oficinezcas que nunca supieron de su existencia. No tienen conciencia. No saben,  no piensan. 


Luego de un largo y tedioso viaje de 2 kilómetros a la redonda, se encontraron con una almeja mitad caballo mitad oreja que las supo escuchar bien. Su primera pregunta fue un tanto sosa, pues no sabían si habría algún rastro de la Mona Lisa por ahí, pues detrás de su cabellera se escondia el secreto de la transformación. La almeja, con su gran oreja, sintió que iban en el camino correcto. Una voz como de felicidad orgiàstica le indició que hacia el frente y hacia abajo, por el mar y hacia el profundo oscuro templo de Makueo'bungalunga podrían hallar eso que tanto anhelaban y que ella, aún con su gran oreja e inteligencia de caballo, no podía adivinar.


Así siguieron, cavilando; pero ya que tenían cola de cocodrilo pudieron hacerse paso entre algas y Wencus submarinos, molestosos, como sabrán.


Finalmente, bajo el acuario de Ugbums vieron un brillo, un gran resplandor que sonaba a grandeza, a oscuridad y a perfume. Lo siguieron, embebidos en tal aromática presencia hasta que unos cabellos mostraron la llave del futuro, la llave de la transmutación, el secreto de la próxima vida y las futuras generaciones. Alzaron sus manos/alas y se dieron cuenta que no podía tomarla. Se movieron sigilosamente, para que la mujer no se diera cuenta, pero no pudieron evitar hacer sonidos que no esperaban y que despertaron a tan hermosa figura de su lánguido sueño.



Sus ojos, uno celeste y otro violeta, paralizaron a estos dos gaviodrilos, y con un pestañazo la diva marítima los convirtió en cabellos, ondulantes y preciosos cabellos que se hicieron parte del meneo sigiloso y sexy que el agua propiciaba para ella. Era como si todo su alrededor le rindiera tributo.


Cerró los ojos, se dio la vuelta y todo volvió a la oscuridad. Ella, la creadora, había dejado de trabajar.

enero 19, 2012

Sobre el lenguaje soez y la pretensión de seriedad

Ya que mi reciente entrada generó muchas visitas, me encontré con un par de comentarios interesantes. De todas formas, en general responden mucho en relación a la discriminación que parece que sufrió la tan inocente Ines Perez Concha, lo cual comento brevemente exponiendo un par de puntos:

1. No me cabe duda de que Ines Perez Concha es una santa en su hogar y de cuica tiene poco. Ojo que al usar cuica no estoy hablando necesariamente de gente con plata, porque hay gente con plata que no es cuica. Pero si hasta salió en una foto tomando melón con vino, lo que denota su roce social popular.2. Por otro lado, debo insistir en un elemento que creo se les pasa al analizar toda esta situación: Es claro que laa Sita. Ines no es lo que salió en las noticias, y esto desde un punto de vista crítico respecto de los medios de comunicación chilenos. Lo que vimos de ella fue una caricatura, y sumado a todo lo que se creó alrededor del suceso, lo que yo critico no es a la persona en específico, sino a todo lo que significa una Ines Perez Concha. Lo que aparece en el análisis que hago es un estereotipo, si lo quieren ver así, y lo dejo claro en la última parte de mi entrada anterior.3. En base al punto dos, lo que se hace no es una discriminación en respuesta, es mi análisis respecto a lo acontecido lo cual, desde mi posición social, toma ribetes sarcásticos y lo reconozco: Es mi forma de operar. Pero no es discriminación inversa, porque no la estoy segregando ni censurándola de ningún espacio. Tampoco es bulling, no la estoy acosando. Tampoco la estoy lapidando. No la odio ni estoy descargando mis frustraciones en ella. Es una columna de opinión e intento analizarlo desde mi punto de vista, argumentando con la información que tengo disponible... 4. Uno tiene derecho a pensar lo que quiera: Pensar que las gordas son malas personas, pensar que los flaites deberían morir y que Piñera y Bachelet deberían autodestruirse. Esto es completamente válido y no debería reprimirse el odio, aspecto inherente a la experiencia humana. Lo que yo considero repudiable es actuar en consecuencia: Porque yo crea que mi vecino merece morir, no iré a matarlo. No tengo por qué violentar a otra persona si no es en defensa propia. Es así que yo puedo pensar muchas cosas, y de hecho tengo trescientos mil prejuicios, pero trato de no basar mis acciones y relaciones en ello.

Aclarados estos puntos, que podemos seguir discutiendo y de seguro serán entradas posteriores, creo que necesito sacarme una cosa del pecho que hace tiempo me viene dando vuelta.

Mis artículos, mis análisis y mis producciones materiales usualmente tienen groserías y lenguajes claros que todo el mundo entiende. Considero que es un estilo accesible y que quien me lea podrá escuchar no a un experto en nada, sino a un otro que no es tan diferente. He ahí mi desinterés por la seriedad literaria o el uso de códigos pacatos para escribir. Así hablo, así me expreso, y no por publicar en un blog que lee mucha gente voy a snobear mi discurso. No pretendo parecer intelectual, creo que no lo soy, y creo que no es necesario para articular cualquier tipo de discurso. 

Es más, considero que un discurso puede ser serio y no tener ninguna palabra o locución formal. No tiene, de hecho, ninguna relación una buena argumentación con la ausencia de groserias, garabatos, vituperios o como quieran decirle. No encontré sinónimos más cuáticos.

Faltas de ortografía, quizás de redacción, de sintaxis o qué se yo qué cosa no interesan (a menos que estemos publicando en una revista científica donde los requisitos de publicación son esos). Lo que sí importa y finalmente le da el caracter a la producción intelectual que se desarrolla es que la idea esté clara y se entienda. Esto puede ser ocupando un lenguaje informal, como yo, o utilizando reemplazos léxicos como lo hacemos todos y todas al hablar con nuestros amigos y amigas. Bajo esta misma lógica yo me pregunto: Si un ser querido se acerca a nosotros en busca de aliento, consejo o información ¿Debemos responderles con un lenguaje formal, serio, ordenado, y sobretodo sin groserías?. Si le digo a una amiga que debe dejar de aguantar que le saquen la chucha, porque ese weon que le da tanto coscacho es un cohadesumadre por ser un machista de mierda que merece morir, ¿Mi consejo es menos serio o pierde validez?. No lo creo. Es más, tiene mucha más condición de realidad que decir "Amiga, ese hombre con el cual compartes tus días y que te violenta tanto física como sicológicamente está haciéndote daño. Debes, de inmediato, alejarte de aquel estímulo pues no aporta nada bueno para tu vida y tu salud. Él debería fallecer" ... NO ME LA COMPRO NI YO, y probablemente no es lo que mi amiga necesita oír para entender. No estoy elaborando un diagnóstico médico ni un informe que presentar para un estudio de caso, estoy hablando con mi amiga. Así mismo, al escribir esto tampoco pretendo una publicación formal en Sociedad Hoy ni otra revista de ese estilo: Me estoy acercando a Uds., mis lectores y lectoras, que viven la vida de una forma similar a la mía y tratan a chuchetadas a sus compadres y comadres. 

Por otro lado, ¿No creen que constituye un acto de autocensura el no permitirse un lenguaje soez? ¿No consideran que es una profunda mentira el hecho de presentarse ante el resto como alguien que, cotidianamente, no es es?. Varios autores que no recuerdo en este momento pero que fueron citados en el libro El Almuerzo Desnudo de Burroughs, hablan de cómo corregir la ortografía constituye un acto de censura, ¿Cómo no lo va a ser negarse la verborrea habitual y cotidiana?

En definitiva, lo que escriba no tendrá más seriedad ni validez ni verdad porque lo haga con menos groserías y con más locuciones intelectualoides. Me cago en ello.

enero 14, 2012

Problemas de pareja: ¿Quién está errando? - Un artículo al hueso

Si tenemos problemas de pareja graves, que incluyen violencia hacia nosotros, hacia nuestros hijos, padres, madres o cualquier ser querido, lo primero que debe pasar es que debemos tomar ciertas decisiones. La anterior a todas es la que implica lo siguiente: deben desaparecer de nuestro vocabulario palabras como resignación, obediencia, servidumbre y peor aún, autoconsejos del tipo no nos cansemos porque Dios recompensa al final.

Internet está lleno de artículos de autocompasión, como si aquello fuera a resolver un problema serio como el que tenemos. ¿Qué es esa imbecilidad?. Sé que es una pregunta retórica, y vaya que lo es porque no hay respuesta sensata para una pregunta así, pero es que ¿Qué se está promoviendo con estos artículos degradantes? ¿Dónde queda la dignidad humana, los derechos básicos, el respeto y el amor propio? ¿Realmente es necesario que uno reciba bofetada, tras insulto, tras golpe, tras cachetada, tras violación, tras ignorancia, tras indiferencia...?. BASTA.

Mucha gente busca en los distintos motores de búsqueda "¿Cómo hacer cambiar a mi novio/esposo?". Por favor, todos y todas hemos querido que el o ella cambie tal o cual manera de ser por nosotros, por él o  por ella misma, por los demás, por su mamá, qué se yo; hay miles de razones. Lo cierto, y lo profunda y eternamente cierto es que pretender cambiar a alguien es absurdo y no dará resultados si no ha pasado ya. No se trata de que no nos quieran, no se trata de que tengamos que esperar en un ser que nos guardará recompensas cuando fallezcamos de un cuchillazo o porque se le pasó la mano al pobre hombre con los chancletazos. O sea, MIERDA, PUEDO MORIR.


Primer elemento a tener en cuenta: La gente que no ha modificado sus conductas en años (cualquiera sea el argumento que hemos estado usando), no lo hará si somos un poco más pacientes esta vez. No lo hará ahora, no lo hará mañana y si lo hace no será un cambio profundo ni duradero, será sólo para mantenernos ahí, a la espera, sabiendo que nos tiene.

Segundo, hemos de hacernos las siguientes preguntas:
- ¿Por qué estamos esperando que cambie?
- ¿Por qué no cambiamos nosotros? ¿Qué nos detiene?
- ¿Por qué debemos aguantar que nos insulten, maltraten, golpeen o le hagan daño a nuestros seres queridos?

Tercero: No se trata de ser feministas ni machistas ni nadaistas. Se trata de cuidarnos, de querernos y de no dejarnos pasar a llevar de ninguna forma. Esto no se trata de orgullo pecaminoso, ni de rebeldía mundana ni de pulsiones de la carne: ES UN TEMA DE SALUD, PORQUE PODEMOS TERMINAR MUERTOS O MUERTAS, como muchas personas en el año.

En cuarto lugar, debemos darnos cuenta de que la persona que, en última instancia, está cometiendo un error somos nosotros. Un error al soportar, un error al aguantar, un error al esperar, un error al asumir, al suponer... Esto ya lleva tiempo y no puede seguir así. Decirlo con estas palabras no constituye pecado, sino un acto de valentía.

Quinto: Es aquí donde hay que decidir qué hacer con nuestras vidas. Ya que sabemos que esta relación murió desde el momento en que él o ella pasó por encima mio pisoteándome. Insisto, no se trata de un orgullo competitivo, no se trata de decir "yo soy mejor", se trata de decir "no me lo merezco".
Se hace necesario reencontrarnos con nosotros o nosotras mismas, volver a escucharnos, a entendernos, a mirar hacia atrás, rescatar lo bueno y aprender de lo malo. Mirar hacia adelante y decidir qué camino tomaremos. VOLVER A ÉL O ELLA, NUNCA. Eso es retroceder hacia un espiral de violencia que NO ES SANO.

Sexto: Armarse de un plan, ya que no podemos vagar por las calles o comer de los tachos de la basura. ¿Qué haremos? ¿Dividiremos las cosas? ¿Simplemente me voy? ¿Dónde viviré? ¿Qué pasa con mi matrimonio?. Yo aconsejo separarse lo más que se pueda (físicamente) de nuestra EX PAREJA, ya que cualquier lazo emocional o concreto que nos ate a ellos o ellas dificultará el proceso de reconstrucción propia. Si te sientes capaz de estar cerca da la otra persona, es tú decisión. DE AHORA EN ADELANTE TÚ VELAS POR TI MISMA/O.

Séptimo: Quiérete, vuelve a darte esos baños de burbujas, esos masajes, a disfrutar de un buen vino, una película, un viaje... Comienza a hacerte cariño, pues lo necesitas en este proceso nuevo. Debemos aprender a no ser cobardes, a mirar hacia el futuro y abrazar lo incierto, no a retroceder ante la adversidad. Nuestra autoestima está dañada, nuestro corazón también, por eso es hora de darle todo lo que siempre necesitó (y siempre supimos que necesitaba) pero que no le dábamos, pues estábamos abandonados para el otro.

Esta guía no es tal. Considero necesario entender que cada uno vive su propio proceso y lo configura como se le pare en la raja. Lo que sí, es que no podemos ser cobardes toda una vida, ni podemos conformarnos con los males que tenemos, menos aún si está en nuestro poder cambiar. No cambiar a alguien, sino CAMBIAR NOSOTROS MISMOS.
Uno nunca deja de crecer, y eso hay que tenerlo claro. Crecer implica dificultades, como separarse emocionalmente de las personas que nos hacen daño. Eso es lo que debería proliferar en internet, no mensajes de compasión o conformismo. Podemos modificar nuestra realidad, y es nuestro deber amarnos y protegernos. Basta de la sumisión, no nacimos para ello.

¡A conquistar el mundo!

enero 10, 2012

Ofensas y defensas no-heterosexuales

Estoy, una vez más, en la sala de computación de mi Facultad. Hoy no me encontré con ninguna carta perdida ni estoy completamente aburrido de estar aquí. Hoy sucedió algo mega interesante...

Si viera a una pareja -hetero, homo, trans, bi, de gatos, perros o alienígenas- agarrando sexymente en frente, al lado, debajo, encima o a través de mi le diría alguna de estas combinaciones de frases:

- Get a room!
- No cuenten plata delante de los pobres!
- Cochinxs!
- Inviten por último
- etc.

Lo divertidamente extraño es que si se lo digo a una pareja hetero no se molestarán y se cagarán de la risa. Será una estupidez dicha por un estúpido -yo, en este caso- que no valdrá la pena responder. Hacerse mala sangre por una wea así no es cueca, siquiera para mi.

Ahora, ¿qué pasa cuando se lo dices a una pareja homosexual? ¿qué pasa con su sensibilidad? ¿acaso es más suceptible a ser atropeyada por una historia de atropeyos atropeyados...? Es interesante. Sobretodo porque lo hice. Hace un rato estaba una amiga con su novia besándose acarameladamente en el computador del frente, y las vi y no pude evitar usar mi frase número uno. Y ojo, no es con mala onda, no es porque sea homofóbico, no es porque no me agrade ver a dos sexys, lindas, bonitas, ñamiñami mujeres chupándose las caras en frente mio. Oye, que cuando era peque era mi pasatiempo favorito detrás del escenario del colegio. Que me vengan a decir que mi comentario es peyorativo, porque les digo que más que eso da cuenta de mi acumulación kinoística y mi desesperación por algún miembro -viril o femenino- que me de un orgasmo pasajero.

Pero no, ellas siguieron besándose, claramente incomodadas por el comentario en voz alta de esa persona, no identificada para ellas. Apenas terminaron de masajear sus lenguas, mi amiga se dio vuelta y dijo en voz alta "¿Quién fue el desubicado?" y yo la miré cagado de la risa, porque para mi no era nada más que eso. En ese momento entendí que, de haber sido cualquier otra persona, ella se hubiera parado a pegarme con algún argumento sobre la diversidad sexual y la igualdad de derechos, que yo (por favor, me conocen) comparto plentamente. Por mi que hubieran culiado entre los aparatos electrónicos, hubiera sido una imagen futurista y calientemente cyborg. A mi me prenden. Pero era yo, otro no-heterosexual, por lo que se limitó a sonreir molesta y seguir trabajando.

Es muy, muy interesante, pues me recuerda investigaciones y declaraciones de negros y negras estadounidenses que sólo aceptaban que otro negro o negra les llamara nigga. Esta vez es algo parecido: Si es otro no-heterosexual reclamándote por tu comportamiento libidinoso -y totalmente sexy, insisto- no importa, es gracioso. Si no, debes defenderte pues es una ofensa.

Habrá que leer sobre esto...

enero 09, 2012

¿A quién le importa dónde meto el pico?

Es una pregunta que surge de varias conversaciones inútiles con mi padre sobre por qué debemos morir quienes gustamos de las tan ricas callampas. ¿Por qué debería importarle a nadie? Bueno, a menos que vayamos a culear, situación en la que es muy importante saber si me gusta o no, cómo me gusta, etc.

Asi que hombres, mujeres, seres intermedios y todo tipo de sexualoides: Si no vamos a culear, ¿qué mierda te importa dónde meto el pico?.

Gracias Brian Kinney.

enero 07, 2012

Pop-olítico

Si. Me gusta el pop, lo reconozco. Ni ahí con dar razones. Me gusta y no tengo por qué justificarlo.

Lo digo así porque estoy un poco chato de que aleguen por consecuencia, esa consecuencia que no se encontrará en ninguna parte. Si fuera radicalmente consecuente ni siquiera estaría escribiendo esta columna, no comería carne, tampoco los tomates que me venden en el super. No fumaría cigarros, no tendría perro. Me rebelaría contra la estructura familiar que me asignaron yéndome de la casa a ser un ermitaño como el de Dragon Ball, serie que tampoco hubiera visto.

Y es que muchas veces se pretende consecuencia a base de un esencialismo muy ingenuo: No se trata de hacernos los weones y weonas con todo lo que hemos construido como especie humana, se trata -a mi juicio- de resignificar y darle un nuevo curso a lo que estamos haciendo. La globalización no es mala en sí misma, como los delincuentes no son seres esencialmente egoístas. La realidad la construímos todos los días, y si el proceso globalizante que vivimos trae consigo consecuencias no muy agradables para las personas vulnerables en el mundo (y no tan vulnerables, también), es porque aquella 'herramienta' se ocupa con fines individualistas.

Ahora, en la música pop mainstream encontramos de todo. Partiendo porque su público no es un público informado, políticamente maduro y enterado de las desigualdades que hay en el mundo el producto que se vende no es ni in-formación política ni manuales sobre cómo hacer mejor resistencia. En general son mensajes burbujeantes de un mundo paralelo donde nadie se muere de SIDA o donde todos tienen casas y los pobres tienen piscina. Pero no lo son todos. De vez en cuando uno que otro video, una que otra letra hablan de algo interesante, algo que puede dejarte pensando, o al menos un intento de hacer algo crítico políticamente. En última instancia, el pop mainstream tiene por objetivo el consumo y punto; a mi me gusta porque da cuenta de tendencias en la masa consumidora y porque, de vez en cuando hay algo rescatable de toda la caquita que tiran todo el tiempo. Y porque se puede bailar.

La verdad es que podría alargarme años luz sobre este tema, pero es mucho mejor entregar ejemplos concretos para hacer mi punto. Aquí una de mis favoritas:




enero 05, 2012

La validez de la investigación social antes, durante y después

En general, los tipos de validez están siempre relacionados con la medida que se utilizó para obtener los datos en la investigación. Partiendo de esta idea es que, antes de someter a validación el producto de la investigación, es necesario revisar cada uno de los pasos que se han llevado para producir el conocimiento científico esperado. De hecho una de las ventajas que la validez de los datos construidos asegura, es la reproductibilidad y la falsación del trabajo investigativo, posibilitando la proyección y la superación de productos científicos anteriores.

Si bien puede sonar reiterativo dada las discusiones anteriores, el papel de la bibliografía y del campo son protagónicos en el proceso de validación de una investigación. Si no se conoce en profundidad el terreno y no se ha revisado la literatura existente de forma exhaustiva, la información que se recolecte y los posteriores datos con los que se cuente no serán ni válidos ni confiables, pues puedes estar fuera de foco, desactualizados o incluso el fenómeno mismo puede terminar malinterpretándose. Esto pues medir información que no se observó detenidamente o utilizar conceptos que no se relacionan con el fenómeno encontrado en el campo llevará a elaborar conclusiones que no construirán nuevos nichos investigativos, sino que desembocarán en un callejón que de poco servirá para la comprensión de la sociedad. Si bien se cumpliría con los dos últimos criterios que Barriga y Henríquez (2005) han acuñado para dar cuenta de cómo se construye el conocimiento científico, (la rigurosidad y sistematicidad de las observaciones) sería un traspié en la exposición final del trabajo.

Otra situación en la que la construcción de datos válidos se hace necesaria es a la hora de tomar datos secundarios (descripciones anteriores de fenómenos a los que ya no somos capaces de acceder). Por ejemplo, si necesito hacer una revisión histórica de alguna situación en particular tendré que someter a juicio el trabajo interpretativo de otro autor, paso que por tiempo o confianza no suele hacerse entre los aprendices de sociología. Se ha cuestionado en otras sesiones la excesiva fiabilidad que se tiene para con trabajos anteriores, pero los métodos que se ocuparon para elaborar tales datos y, más aún, las conclusiones que se ocupan es algo que se deja de lado.

Si pretendemos contribuir a la producción científico y al avance del conocimiento humano se nos hace necesario asegurar la validez de lo que estamos construyendo, tanto para entregar un producto bueno como para que este producto realmente sea útil para avanzar en la comprensión de la realidad. De cierta forma, la rigurosidad y la sistematicidad constituyen elementos éticos que todo investigador e investigadora deben aplicar a lo largo de toda su carrera.

--
Barriga, O. y Henríquez G. (2005). Repensando el conocimiento y la ciencia para la investigación social del Siglo XXI: algunas reflexiones preliminares. En Cuadernos de Trabajo Social, Nº 1 (pp. 48-54). Concepción, Chile: Universidad San Sebastián, Chile.

enero 03, 2012

Impulsos fantasmagóricos

Quiero escribir, pero no sé muy bien qué... Es como esos pensamientos que vas a decir pero se deshacen apenas tocan tu lengua. No alcanzan a pronunciarse, porque el aire los desintegra como por arte de magia. Y después dicen "era mentira" o cosas de abuela chamánica. Todos se ríen de eso, pero nadie realmente lo cree, a menos que estés en una relación y empiezes a darle significado hasta a la quema de palitos de fósforos, la técnica infalible para saber la respuesta a una pregunta existencial.

Qué ridículos somos los humanos.

enero 02, 2012

El día en que nació mi sobrino

Hoy nace mi sobrino.

Sip, en medio de fuegos inapagables, calores sofocantes y languidez añonuevística.
Gente ha perdido todo su esfuerzo en llamas que arden y siguen ardiendo y arderán un rato más. Así, sin mucha parafernalia se consumen años de dolores de espalda, de cabeza, cansancio, frustración... Así, sin más. Se reciben donaciones para aquellos damnificados. La red viraliza grupos de ayuda, información pertinente, datos que nunca están de más.
Al mismo tiempo, y a raíz de lo anterior, como si el universo hubiera predicho tanta calamidad calurosa, los últimos días han sido para morirse de un sofoco. Señoras quejumbrosas se abanicaban la calore y pequeñas niñas sudaban en la entrepierna, sin saberlo. Es verano y se ha hecho saber. Es un año nuevo.
Lo sé porque aún me duele el cuerpo de trabajar esa fiestera noche. De las diez hasta las siete de la mañana, parado, fumando, atendiendo y derramando bebidas que rápidamente iban deteriorando el aspecto de los asistentes. Me descubrí impaciente, y eso me enamoró. A pesar de lo nostálgico de la serie que veo, una especie de recuerdo corporal me empujó hacia una pequeña locura que me dejó bien satisfecho de mi mismo. Ahí, en una esquina...

Y entre todo esto, entre un día caluroso de estudio y proyección académica, mi padre y mi madre esperan las nueve de la noche para mover sus culos y partir a la clínica. Yo quería estar desde temprano. Hoy estoy emocionado por esa piruja de humano. Hoy. No ayer, hoy. Hasta ayer era una posibilidad, y la verdad es que en este momento lo sigue siendo, pero está a punto de ser un hecho. Seré tío y él mi sobrino, y podré retarlo y hacer cosas de tío con él.

Yo creo que viene a puro ponerle más boniticidad a la vida, es como un golpe de energía que se hizo esperar para -finalmente- recordarnos que no todo está perdido, que aunque esas familias perdieron casas, frazadas y recuerdos, pronto estarán de vuelta en un hogar. Y no quiero sonar imbécilmente optimista, es sólo que ese es el mensaje que deja un nacimiento.
De todas formas hay mucho por hacer, y si llega otro invierno y esa gente está sin casas seré el primero que pise las calles con un cartel, solidarizando y exigiendo lo mínimo: dignidad. Y mi sobrino tendrá que aprenderlo también, porque la vida sin empatía es una vida oscura.

Tendrá que aprender que el voto no es la única manera de expresarse. Que la leche fría es más rica que caliente. Que el amor es libre, que se comparte con el mundo entero. Que Chile está cruzado por grandes transnacionales y que no toda la comida redonda y brillante es sana. Que para producir dos kilos de carne faenaron en condiciones paupérrimas a nustras hermanas, las vaquitas y que la tierra no es nuestra, nosotros somos de ella. Tendrá que aprender que las promesas se respetan, y que la puntualidad es una forma de evitar el egoísmo. Que más que tener es importante ser y que para ser respetado hay que respetar. Que cuando quiera algo tiene que hablar y hacerlo fuerte y claro, que su vida la construye él y que para hacerlo debe ser determinado y perseverante. Que las cosas no llegan a nuestras manos sin trabajar junto a otros para obtenerlas, que lo que cuesta se disfruta más y que la vida no es una selva ni una guerra.

Tendrá que saber que mientras escribo esto me pregunto cómo será sostenerlo, si lo amaré apenas lo vea, si me cambiará la vida ser su padrino y si se reirá cuando le haga muecas. Que estoy emocionado porque viene.

Tendrá que saber que vino en verano en medio de calurosas desgracias, casi como para entregar buenas nuevas. Que vino a alegrarme el día y que gracias a él me dan ganas de trabajar el triple para estar ahí cuando necesite de mi ayuda y que, mientras tanto, estaré pendiente de esas familias que perdieron todo, porque hoy gano un sobrino... Otra motivación.

enero 01, 2012

Si las moscas supieran cantar

¿Sentirán las moscas algo? ¿Sabrán que hace calor, que la basura huele y los corazones rotos se funden con más rapidez? ¿Sabrán ellas que hoy hay alguien demanda una helada o, al menos, espera que el día se convierta en un eterno invierno que responda a lo que sucede al interior de esos callejones sin salida, sin entrada, de vidrio ennegrecido por el paso del tiempo? ¿Sabrán?

Son palabras grandes, demasiado enormemente mucho. No dicen nada, pero son estupideces que todo el mundo entiende. Y son fáciles de articular, no exigen demasiado esfuerzo. Las faltas de ortografía son recurrentes, la sintaxis y la sinapsis no siempre suelen trabajar juntas. Los dedos duelen de tanto enterrarse en el plástico, ese que -por más fuerte que golpees- no transmite tu deseo de romperlo todo... DE GRITARLO TODO.

Un día sacaré una canción de esto. Eso dije, y lo pretendo cumplir. Usualmente mis promesas no valen mucho, no soy un hombre de palabra, pero esta vez de veras me gustaría que existiera una canción que entendiera. Y no es que mis promesas sean volátiles, es que lo que prometo suele no serme de importancia. Y al mismo tiempo las canciones no son algo que maneje bien. Soy cursi, soy un cursi. Soy un romántico que habla de almas, corazones y sentimientos. Habla de miedos, de ti, de ellos, de lo que pasa cuando el color del mar se vuelve gris, de cuando las nubes rosadas de la tarde solo reflejan gotas perdidas, deseos que nunca llegaron a concretarse... De amores. De amores no correspondidos que se evaporaron y llegaron a ser lo que son hoy: Nubes, que cada cierto tiempo llueven esperanza, que por los ríos corren desesperadas hasta encontrarse en el camino con salmones que intentan nadar contra la corriente, que intentan tener amor, poseerlo. Son esos mismos salmones que un día, cuando se piensen en el amor, morirán dejando atrás gente con la misma creencia: Que el amor se ostenta.
De eso canto.

Ahora, si las moscas supieran cantar...

Soy fuerte, soy egocéntrico, hablo de mi todo el tiempo. Soy exigente. No quiero nada menos de lo que me merezco... Pero quien sabe si hasta merezco la soledad. Y es que soy un idiota por pensarme merecedor de tanta penuria, si nadie se lo merece realmente. No se trata de vivir la emocionalidad en cada centímetro de sábana que te acurruca en la noche, no se trata de conmoverse por un video que trata tus experiencias vívidamente. No se trata de verte en cada personaje sufriente de cada película que cada viernes miras con un helado en la mano y un chocolate en la otra. No se trata de eso, se trata de que soy un egocéntrico. Se trata de que el sol pretende derretirme -como el chocolate en mi mano- para que un día deje de existir. Para que un día...

Pero ¡Epa!, que no soy sensible y no quiero serlo. Aunque si lo soy, pero no muchos lo ven. Nadie tiene por qué enterarse de lo que pasa dentro, eso es mio, es lo que al final del día es solo para mi. Soy yo y yo mismo, porque nadie me ha movido, nadie me ha invitado, nadie se ha aparecido. Nadie lo ha propuesto, porque mi tiempo no alcanza, porque no quiero notarlo, o quizás porque esas moscas que deambulan en mi pieza intentan decirme que mi compañía no es necesaria, o que el sol no calienta para mi, o que su visita solo alcanza para un saludo rápido... Porque, ¿Qué saben ellas de la vida? ¿Qué alcanzan a vivir en esos dos minutos que me ven los ojos, llenitos de qué se yo qué cosa¡ ¿Qué creen que ven cuando mi cuerpo yace en mi cama, tendido mirando el techo como si no existiera y hubiera un gran más allá que no termina?

Finalmente creo que lo único que alcanza en este momento es un pensamiento. Solo uno, no hay para más. A veces creo que realmente ni eso cabe. A veces soy yo, y mi cama, y las moscas, y el calor. A veces ni eso. A veces...
Siempre...
Estoy solo otra vez.

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