Pestañas

agosto 29, 2008

Una previa bien aburrida

Son las 16.40 y la verdad es que estoy bastante aburrido. Estoy en la sala de computación de mi facultad (después de haberme paseado por el DTI) y me encuentro sin mucho que hacer. Si hubiese tenido el cable que conecta mi MP4 al PC hubiese puesto un texto que escribí el otro día. Lástima. Hoy en la noche saldré con mis compañeros, iremos a un carrete que se viene preparando y anunciando desde el semestre pasado. Al fin llegó el día, de hecho el slogan es "la realidad de un mito". Gracioso ¿No?. Hoy mentí, no sé por qué. Le dije que bastaba con media hora a su lado, le dije que tenía cosas que hacer, que me juntaría con alguien. Algo me pasa, y la verdad no sé qué. Quizás desaparezca el sentimiento aquel, habrá que esperar. Y es que quería que fuera insistente y cargante, me acostumbré a su constante voz exigiendome que me quede, que vaya, que haga, que diga. Estamos cansados, lo sé, pero es algo más. Algo pasa que hace que una parte esté feliz y la otra se sienta demacrada, o que una ande estresada y la otra relajada. Finalmente es una asintonía incómoda que no nos deja conversar porque discutimos a cada rato, no nos deja ser románticos porque no nos creemos el cuento, entre otras cosas. Me carga esto, me tiene preocupado, porque lo que siento es grande, bien grande y no me gustaría que las cosas se echaran a perder por una situación totalmente solucionable (porque las discuciones son tan triviales que dan rabia). Yo creo, y hemos quedado, en que son los tiempos, las responsabilidades, el stress, la presión. Lo único que quiero es que llegue el verano, que llegue luego para salir, jugar, reirnos como antes, como hace un par de semanas. Quiero relajarme y pasar una tarde entera en sus brazos, con sus besos. Quiero volver a jugar, a sentirnos pendejos, a disfrutarnos. Extraño un par de cosas.. pero también extrañan cosas de mi que debo dar. Lo haré, por ti, por mi, continuaré, querer será poder. Por ahora tengo que esperar las 18.00, ir a la pensión de mi compañera, juntarnos con otros y a Santa Juana las maletas. Quiero olvidarme de todo un rato y reir. Me hace falta, sobretodo a mi que soy tan risueño. Quiero reir.-

agosto 23, 2008

Sobre el cuestionamiento y la fuerza de voluntad

De repente me voy dando cuenta que cada vez que uno se hace más viejo se va cuestionando menos, que esas preguntas que uno cree tontas (como contar cuantas personas estarán pensando estupideces, como uno) no se las hace más, que uno termina discutiendo las cosas importantes con la familia y amigos en vez de aportar esas geniales ideas al gobierno de turno o la autoridad correspondiente. Supongo que, generalmente, será por la falta de autoestima, por creer que nuestras propuestas ya fueron presentadas o porque más de alguien tendrá algo mejor que decir que lo que uno pueda ofrecer. Claro que muy pocas veces, muy pocas, sería por la comodidad que se tiene ante alguna situación que desfavorece a otros pero que a uno no desequilibra, simplemente apela a ese sentido de justicia que sacas cada vez que ves a un pobre mendigar, a una familia pedir socorro ante el anegamiento o cosas por el estilo. Me voy dando cuenta de que los niños y adolescentes tienen una capacidad enorme que desaprovechan, al igual que su tiempo, y que los adultos ansían esa capacidad de hacer y soñar o de “poder hacer” que abunda en la boca de esos aletargados púberes.. La vida se vive una vez, y ¿Quién no desaprovechó esas energías? ¿Quién no dejó pasar esas oportunidades? Sé que mal de muchos es consuelo de tontos, pero este “mal” es totalmente razonable esta vez. Supongo. El tema del cuestionamiento es extraño. Quizás a medida que uno crece (no quizás, me doy toda la razón) se va respondiendo varias dudas, unas más complejas e interesantes que otras. Pero a medida que uno sabe más, ¿No deberían aparecer más de estas enemigas del ocio? ¿No debería uno, como cientista social, estar en constante investigación? Dar por sentado o por obvias las situaciones cotidianas es algo que hacemos constantemente: vivimos en medio de comodidades, inmersos en un sistema que realmente nos absorbe. Somos parte de él, necesariamente. Y digo necesariamente porque a pesar de nuestro afán de repartidores de esperanzas y anhelos, el sistema siempre nos llama diciendo “Disculpa, ¿Quieres levantar y ayudar a los necesitados? ¿Y de qué recursos dispones si te enfrentas a mi, el omnipotente (y egoísta, destructivo y asesino) sistema?”. Ahí es donde compruebo mi punto: no vale la pena criticar un modelo, ya sea económico, cultural, social, o político si no se conoce desde dentro. De ahí sale la mejor crítica, y de ahí se pueden hacer muchas mas cosas. Ahora, ¿parches? Claro que pueden desarrollarse, como también las mejores reformas. Aunque la revolución francesa y sus innovaciones no dependieron de la instrucción cívica de los campesinos, ellos simplemente estaban descontentos con el teje-maneje político contingente y se abalanzaron contra Bastilla con lo que encontraron (hachas, picos, palas, lo que fuese). Pero seamos utópicos un rato. El pensamiento rupturista no tiene porque desaparecer. La ideología se lleva dentro y no tiene porque venderse por una vida dentro del sistema. La problemática principal viene dada por el cause que se le da a ésta (la vida dentro del sistema), por cómo se hacen las cosas, qué caminos se toman. Para esto tengo un término muy específico, y debo confesar que pronto levantaré una iglesia con el argumento: La Fuerza de Voluntad. Inmiscuirse en un matadero de animales no es una tarea fácil para nadie. Sobretodo si perteneces al afamado -pero desconocido por esos viejos conservadurachos- grupo de Personas por la Ética en el Trato de los Animales (PETA). Trabajar unos meses recopilando información sobre cómo golpean, extorsionan, masacran y hasta sacan provecho sexual de esas pobres especies denigradas por el animal más débil del planeta no debe ser algo entretenido de hacer. Es ahí cuando, estando dentro del sistema putrefacto, debes recurrir a todo el auto-apoyo que puedes darte, inflar tus pulmones de Fuerza de Voluntad y archivar y archivar puñetazos de todos los tipos en tu retina, por el bien de tu objetivo. Piénsalo, ¿En qué situación debes usar ésta herramienta? Verás que no son pocas veces. Y es ahí donde debe centrarse nuestra atención. Basta colocarse en lugar del otro y jugar sus piezas. Ganarle en su juego. Tener la capacidad de mutar sin involucrarse demasiado, para, finalmente; llevar a cabo el objetivo principal con el que se comenzó la idea del cambio situacional determinado. Quebrar esquemas. Establecer nuestra idea de ‘bien’, de ‘felicidad’. Si se quiere, también de ‘libertad’, ‘amor’ y ‘fraternidad’. Exiliar al ‘individualismo’, al ‘egoísmo’. Promover la unión para finalmente concientizar a la masa y llevarla hacia lo que, en conjunto, estiman como la meta.

agosto 19, 2008

Increible no, asombroso

Es asombroso pensar que nos diferenciamos de los animales por un par de cosas tan simples como controlar el esfínter. Esperaba la micro y al fijar la vista en un punto -por esas casualidades de la vida- vi a un tipo como de mi edad subiendo a un colectivo. Me detuve a analizar su accionar, y noté que trataba de no pisar los sectores mojados del pavimento. Me imaginé a un pájaro en la misma situación, y pensé: "Ese pájaro no le daría importancia al charco, simplemente se subiría al colectivo, porque a fin de cuentas no importa si te mojaste un poco la planta del pie. O la pata..". (Ahora que lo pienso, el pájaro no se hubiera subido al colectivo, pero eso es razocinio, y me persigue, y son éstos los momentos en que escribir te resulta entretenido. Si, cuando escribes weás)... Siguiendo con el esfínter, mientras 'el del tic' hablaba yo pensaba en que finalmente todo lo que decía eran elementos del conjunto 'capacidad de modificar la propia cultura' que dijo la vieja rica en la clase de antropología, porque finalmente es eso: controlas el esfinter porque modificaste un aspecto cultural en relación a los modales. ¡Y es eso! Y es interesante, al igual que la manera en que mis padres se apoyan en mi para que esta choza se mantenga ordenada, porque si yo no muevo un dedo en esta casa me llega un sermón como de inauguración de iglesia. No así mi hermano, que nada productivo hace por esta familia tan bien constituida, y aún asi patiperrea como quiere. Me declaro en huelga, sólo hasta que reconozcan mi trabajo... Pero ya lo hicieron hace un rato, asi que me bajo. Es cómodo esto de tener cumplidos tus deberes, asi nadie te reclama, asi nadie te urge, asi todos se callan. Asi yo mando, jeje. Implicitamente -cosa que no es gozosa, la verdad-. Y lo dejo hasta ahí, porque un té me espera humeante.-

agosto 17, 2008

Recuerdo

Los recuerdos son imágenes del pasado que se archivan en la memoria. (Wikipedia)
Llegué de un viaje, de lejos. Visitamos por segunda vez ese lugar donde la mente de una anciana parece abrirse denuevo, parece correr a abrazar esas localidades sureñas que le brindan quizás qué. Me gusta verlo, me gusta sentir esa reactivación. Aparte, me gusta la soledad. El silencio, más bien. Me gusta porque te da tiempo de pensar en lo que pasa.. o pasó. Venía en el auto, por las carreteras que conectan la mayor parte del país pensando, admirando, observando. En el video que se grabó no pude evitar dar mi comentario verde. No me arrepiento, pero creo que estuvo fuera de lugar. Volviendo a donde pensaba, admiraba y observaba; me fijé en varias cosas: A las vacas ya no las marcan con fierros calientes -o quizás si, pero no fue lo que vi- sino con piercings bien intersantes. Me fijé, también, en la cordillera: vasta, larga, poderosa, pero a la vez cálida, como entregando cosas que solo individualmente alcanzas. Individualmente alcanzé a recordar la primera vez que viajé a Santiago, sólo. Recuerdo cómo añoraba ese viaje hace tanto tiempo, recuerdo la voz de mi amiga Daniela que no me dejaba dormir -ni pestañear-, recuerdo mis ansias, mis espectativas, mi nerviosismo. Era una sensación sensacional, jeje. Me sentía tan independiente, tan alcanzando-mi-futuro, tan.. cerca. Bueno, algunos se saben la historia de memoria. Pero quería escribir lo que recordé: el viaje, el sentimiento y todo lo que significó la cordillera en ese entonces. Ella es una madre, es la madre de muchos de mis sentimientos. Esta vez de paz. (Bueno, debió ser lo que leía también). Sigan pensando en eso con alguna música tranquila, en como la naturaleza te puede llenar de cosas distintas pero profundas. Incluso, si eres más progresista, puedes entablar una conversación con tu 'yo mismo'. Imagina que interesante. Mañana cuando veas el atardecer, ponte a pensar. Quizás termines recibiendo algo importante ese día y lo practiques al otro. Siempre es bueno. A veces pienso que lo que pienso, siento, digo o escribo (en ese orden) no siempre tiene sentido. Como el monólogo de Fabricio el otro día, en el club de la comedia, y finalmente me digo '¿Por qué debería tenerlo?' .. y ahi está la respuesta que nunca encuentro. Y después pienso que hace tiempo tengo algo escrito que he querdio publicar, y nunca lo hago por flojera. Mierda, soy un flojo. Mierda, no sé que más sigue..

agosto 12, 2008

Hoy quiero escribir

Así, no más: No fui a clases, flojié. Le llamé temprano para que viniera. Y vino. Hicimos almuerzo -y quedó rico-, jugamos, tomamos té, jugamos, fuimos a la cama, nos besamos y seguimos jugando. Nos tocamos. Se tenía que ir, pero ninguno de los dos quería soltarse. Revolvimos las sábanas, nos botamos y jugamos. Y es que nuestra relación es así. No un juego, por favor, está lejos de serlo. Pero jugamos, y jugamos todo lo que podemos; nos disfrutamos, nos queremos. No sé si seamos como muchas parejas, o como pocas. No nos importa mucho eso, pero sabemos que somos diferentes. Porque jugamos. Y hacemos cosas diferentes, también. No tantas, la verdad. Las escribiría, pero prefiero dejarlas en la intimidad; son cosas de nosotros, nuestras diferentes facetas de niños, adultos, viejos, animales, etc. -No me gusta esa abreviación, pero no sé por qué la uso. Debe ser la fuerza de la costumbre, mi odiada amiga-. ¿Quizás somos excéntricos? Quizás somos excéntricos por pertenecernos. Quizás somos excéntricos de por sí, nacimos así, vivimos así. Me hablan, es Claudio que me invita a vagabundear un rato, a 'hacer nada juntos'. Le dije que si, mucho que hacer no tengo. Me cuesta salir de vacaciones, pero se viene un semestre dificil. Llegó mi hermano y de repente siento que mi privacidad para escribir está coartada. Siempre pienso que me pedirá su turno, aunque no le toque, cosa que generalmente no hace. Menos a esta hora. Tiene que ir a preuniversitario, eso que yo no hice en mi senior year. Ojalá hubiese hecho, quizás estaría en otra carrera, o en otra ciudad, con otra persona, viviendo otras cosas. No escribiendo: Viviendo. No digo que no viva. No sé qué digo. Solo quería escribir.

agosto 10, 2008

Cada día me arrepiento

Al escribir el título recuerdo mi 'lema' de pequeño: "No me arrepiento de nada, arrepentirme sería afirmar que no me gusta quien soy, lo cual afirmo". Lo arreglé un poco, ya saben que la memoria es frágil, al igual que muchas cosas. Como la voluntad. Titulé esta entrada así pues dese hace mucho tiempo había querido crear un espacio semejante a éste: encuentro que es como un diario de vida digital, de hecho esa era mi intención cuando, hace mucho tiempo, creé uno; no para repartir consejos ni guiar a mi séquito imaginario, sino escribir, anotar, guardar o archivar mis experiencias por muy extrañas, bizarras, o anormales que fuesen. Ésta vez no es por eso, o quizás si. Depende del punto de vista. Desde tercero medio que mi conciencia se ha desarrollado bastante rápido. Quien quiera, puede juzgar si se ha dirigido hacia un mal o buen objetivo. El eje principal ha sido esa motivación interna que todos tienen hacia una u otra cosa, la mia creció hacia lo social y todo eso etéreo (en palabras de mi padre), abstracto, y especulativo. Muchas veces idealista (como todos suelen clasificar a quien estudie arte o alguna ciencia social). Desde chico que como carne. Ya lo hago mucho menos. Me autodenomino vegetariano cuando realmente, en momentos de necesidad y no a modo de justificación, a veces como carne. Pero me gustaría mucho cumplir con la intención aunque mis tripas se retuerzan. Desde chico que lloro con la risa burlona de mi hermano al escuchar de los cementerios de elefantes, con las canciones donde ese gallito se perdía y nunca volvía, lo mismo que unos gatos. Cuando me encontré, el otro día, con una estadista conversamos un poco acerca de la visión que se tiene de nosotros, los 'idealistas'. Me contaba que para ella y muchos más nosotros vivimos inmersos en el análisis de cosas obvias para muchos. Me costó pensar en un contraataque, más bien por un momento le di la razón. Hoy me doy cuenta de que nos enfrascamos en eso porque finalmente no damos nada por sentado, siempre hay cosas que juegan detrás de la cortina (gracias Zeitgeist) y que mucha gente ignora. Hoy creé este blog para poder plasmar mis pensamiento y ver, a lo largo del camino, de qué me he dado cuenta y cuales son los mitos que desmitifiqué (valga la redundancia) al recorrer el idealista, abstracto, etéreo, especulativo, anormal, bizarro, extraño y "subjetivo" camino de las ciencias sociales. Gritar en bits mi opinión, la cual al fin tengo (con más bases y menos miedos). Me llamo Jeremías, tengo 18, estudio Sociología y soy un idealista. Y que weá.

RELACIONACIONES