Pestañas

febrero 15, 2012

Retrospectiva

Me voy yendo.

Así lo siento. Mi proceso de emancipación se arrastra hace ya varios años, desde que estaba en enseñanza básica. Usualmente lo tóxico que se vuelven algunos ambientes genera en mi deseos irrefrenables de escapar. No escapo de los problemas, escapo de aquello que no puedo solucionar. Y vaya que hay cosas en esta vida que están fuera de mi alcance.

Cuando era un púber siempre pensaba en el tiempo que restaba para irme. Mis intentos por hacerlo no han sido pocos: Me he ido por un fin de semana, me he ido por una semana entera, también lo hice por un mes. Y eso sólo en términos temporales: También me he ido lejos, cerca, a la mierda y no tanto.

¿Qué intento hacer con este despliegue de experiencias? Pues decir que siento que ese "me estoy yendo" ha llegado a su punto cúlmine. Me voy. Pero esta vez no se siente como un escape, se siente como un paso que había de tomar hace tiempo, como esas cosas que puedes hacer al fin y que siempre quisiste hacer. Claro que es un poco triste dar el paso solo, pero es lo que queda.

No tengo idea de qué viene, cómo sigue o qué pasará, pero eso es lo emocionante. Así vivo mi vida, me hace sentir más presente, me asegura que aún corre sangre por mis venas. La vida es así, incierta, ¿por qué tratar de ir contra ella? El ser humano ha intentado todo lo humanamente posible por predecirla, estudiarla, conocerla, desgranarla... ¿Para qué? Aceptar que la vida viene y va, te golpea y después esconde la mano, te eleva y después te deja caer. Así es, es el ritmo, es lo incierto y a mi me gusta. Me gusta el peligro, me gusta no saber, me gusta estar un poco perdido de vez en cuando. Y es que yo creo que mi mente es igual: Anda de aquí para allá todo el tiempo, sacando lo mejor de todo y dándole mil y una vueltas a cada detalle. Soy súper fijón, y creo que es una cualidad. Algunos me han dicho enrollado, cuático, denso, pero estoy parado aquí, donde yo quiero estar y voy hacia donde me mueve la guata. Me ha servido la complejización, pero no para todo.
Igual he aprendido que, aunque me encante darle millones de vueltas a todo, a veces hay que detenerse. Ese balance, ese equilibrio que la naturaleza y la vida misma tienen es un estado que hay que saber encontrar. A pesar de que todo sea un poco caótico en este plano, es infinitamente armónico. Es un caos hermoso. Si te dejas fluir, puedes terminar donde siempre esperaste terminar. Déjate absorver.

Quien no cambia, retrocede.

Creo que es dificil pensar en lo que voy a extrañar, pues las tengo ahora conmigo. Estoy seguro que, en medio del desierto nortino, querré escuchar la voz de alguien, mirar a los ojos a aquella persona, o simplemente discutir por alguna estupidez con esta otra. Y si, ya lxs echo de menos. A pesar de que siempre he querido virarme lejos y no volver, ¡hay una gran parte de mi que está tan cómodo! Y he sido muy egoísta este último tiempo, pero no había otra forma de sobrellevar algunas malas situaciones. Hay una persona a la que deberé retribuirle todo este tiempo perdido, pero me es dificil cuando hay problemas subyacentes que tienen que ver con las raíces de quiénes somos... Pero se lo debo todo, asi que mi amor por ella es incuestionable.

La voy a extrañar por lo que es, no por lo que me daba.

Sólo espero que mis próximas experiencias sean igual de enriquecedoras que las anteriores. Espero, para mi, lo mejor. Espero que en ese otro país al que voy me enseñen algo que nunca olvidaré, me digan que estoy equivocado y que termine por reconocerlo. Quiero que me dejen de cabeza, que no entienda nada y me replantee toda mi vida. Quiero que me ofrezcan trabajar allá por un techo y comida, que me digan "Quédese". Quiero vivir lejos de aquí. Como sea, pero lejos de aquí.

Mañana me voy. No sé a qué hora, pero me voy. Aún no sé si solo, pero me voy.
Simplemente...

Me voy.

febrero 14, 2012

Estar soltero un catorce de Febrero

Una estrategia que siempre se ha usado por parte de quienes estamos solteros en el día del amor comercial es justamente eso: Resaltar lo poco significativo que es. Y, de hecho, es verdad: Es muy poco significativo y podríamos escribir millones de entradas en los blogs en contra del consumismo barato que se apodera de trillones de personas en el mundo... Pero esta vez no será así.

Si quejarnos nos hace ver más desesperados (si, lo hace, así es que deja ya de lloriquear) probablemente lo que estemos necesitando es un toque de alegría y cursilerías en nuestro día. Podemos celebrar varias cosas, sin olvidarnos de las muchas injusticias que se ciernen sobre el día a día de mucha gente, pero insisto, podemos celebrar varias cosas.

Esta vez creo que puedo celebrar mi soltería. No negando mis ganas de abrazar a alguien, ni censurando mis propias pulsiones. Puedo celebrar mi soltería porque, ya a casi un año de tenerla a mi lado, la soledad me ha hecho ver y sentir cosas que había dejado de lado. Dicen que para construir una relación con otro u otra hay que, primero, construirla con uno mismo y esa es una de mis frases motoras. Yo me amo, me amo con mis defectos -que sé que tengo, y me amo con mis cualidades. Me amo porque en realidad voy camino a lo que quiero ser, al menos tengo un norte claro. Y eso no significa necesariamente una lista de características a tener en los 40, pero sí significa que estoy en contacto con mis deseos y mis ambiciones, y que, aunque puedan cambiar, siempre estaré escuchando que tienen que decir.

Puedo celebrar mi soltería porque, en días como éste, puedo estar acostado en mi cama disfrutando de internet y alguna película que a mi me resulte interesante. Puedo comer cereales del plato, puedo escuchar música con audífonos. Puedo leer e incluso trabajar si lo quiero. Tengo tiempo y lo puedo destinar a lo que desee. Incluso lo puedo destinar a salir, a conocer a alguien... A suplir las necesidades que identifico en mi cotidiano. Puedo hacerlo y nada me detiene. Y, es más, estoy seguro que nada me detendrá si algún día tengo una pareja. Hoy soy conciente de que mi cuerpo es mi responsabilidad y soy yo quien decide sobre él. Ya entiendo que mis metas en la vida puedo compartirlas, puedo hacerlas converger con las de otra persona, pero nunca he de traicionarme por conservar a alguien: ceder por miedo a perder nunca es bueno. No estoy ni ahí con arriesgar un futuro de infelicidad por un presente de estabilidad.

Estoy feliz de mi mismo porque estudié la carrera que quise, que realmente me movió las entrañas y lo sigue haciendo. Estoy feliz porque me rodeé de la gente que me hizo bien tanto académica como amistosamente. Estoy feliz de eso, de los amigos y amigas que tengo. Estoy feliz de haber recobrado a mi mejor amigo, a ese que sé que estará ahí toda la vida. Estoy feliz porque tengo unos nuevo.
Estoy feliz, también, y puedo celebrar que me acerco a mi independencia. Celebro lo malo que ha sido el proceso, lo tóxico que ha sido el camino, porque hoy me hace pararme más fuertemente frente a las adversidades. Aplaudo lo inhumanos que fueron conmigo, lo crueles que han sido los comentarios que me han hecho por una u otra cosa. Agradezco todas las veces que me demostraron que no quiero ser como ustedes, porque reforzó mis ideales y me hizo querer perseguirlos con más fuerza. De verdad estoy contento de las muchas veces que me hicieron mierda mis argumentos, porque los reconstruí sólidamente y hoy sé quién soy, qué quiero y cómo obtenerlo.

El llanto de mi sobrino me ha recordado que me rodea gente hermosa, gente que vale la pena conocer y no olvidar. Me recuerda que he nacido en un hogar humilde que ha sabido perseguir lo que necesitaba. Agradezco al esfuerzo de mis padres por hacer de mi vida un viaje más cómodo, por haberme enseñado lo que sé y haber formado a una persona como yo, la cual se siente satisfecha de lo que es hoy.

Me deja tranquilo que mi pasado es algo con lo que he hecho las paces. Una vez que miras hacia atrás y atas cabos sueltos, pueden tomar toda tu experiencia, aprender de lo malo y apoyarte en lo bueno para girar la cabeza, mirar hacia adelante y decir: Esto es lo que viene, y es bueno.

Doy gracias, porque en este día de San Valentín estoy soltero, no tengo amante, pero todo lo que soy me enorgullece. Si bien la felicidad no es un estado, sino momentos; creo que puedo decir que soy feliz.

Si hoy es el día del amor, tomémonos un tiempo para mirarnos el ombligo y decir lo mucho que nos amamos y lo mucho que nos tiene contentos ser como somos. Y quizás hay cosas que mejorar, que cambiar, que dejar y eliminar... ¿Qué estamos esperando para empezar? Hoy es cuándo.

febrero 12, 2012

Ser o parecer: El caso de las mamás virtuales

En el planeta adulto existen varios tipos de actitudes hacia las nuevas tecnologías, sobretodo las de redes sociales:
- Está el o la retisente, que considera que la privacidad es un asunto demasiado importante, o que el tiempo es oro y el ocio es para flojos o qué se yo qué más.
- Luego tenemos a los y las que, por necesidad, se han acoplado a los avances de manera bien modesta: tienen su celular, de esos antiguos, tienen un computador más o menos bueno al que no le sacan provecho y tienen un pantalla plana (LSD, LED, LUD o cualquiera de esos) conectado al motor del refrigerador pero no tienen idea de nada, les salió barato y por ahí escucharon que era la última chupá' del mate.
- Al lado de ellos, como buenos vecinos, tenemos a los que conocen de teconlogía de avanzada: saben qué es una CPU y de qué está compuesta, cuál es la diferencia entre análogo y digital, por qué es mejor el sistema de iluminación LED y te nombra en dos segundos todo lo iAlgo existente. Entre medio de estos -rapidísimamente construídos- estereotipos, está la mujer amiga de sus hijos e hijas, pendiente de sus carretes, amigos, pololos y los últimos comentarios. Por extensión también tiene cuenta de facebook. La ocupa y comenta todo. Me quiero referir a esta última, porque me llama la atención demasiado el uso que le dan al anonimato (que no es tal en esto de la liberación de la intimidad internáutica) de la web.

En algún punto, las mamás o las tías interesadas en conocer -¿controlar?- a sus seres queridos optan por sumarse a la ola de intercambios de pixeles: Se inscriben en facebook, tienen twitter, lo más probable es que pasen horas en youtube clickeando en los videos relacionados y su página preferida sea lun.com o algún otro diario digital.

¿Qué tiene de malo? Pues nada. Me apresuro a decir que esto no es juicio contra las mamás que sienten que deben saber todo de sus hijos e hijas. Es probable que yo también me interese de sobremanera en lo que mi crío hace o con quién se junta. Lo que sí pretendo ahora, es evidenciar cierta reglas que, sobretodo facebook, tiene para funcionar. Es más, no es que facebook las tenga, sino que los y las jóvenes han clasificado ciertas formas de ocupar facebook y les han dado nominaciones interesantísimas. Me parece importante revisarlas no solo como dato freak, sino como indicador de lo que la vida virtual ha hecho con las relaciones humanas.

En primer ligar, ¿han notado cómo las mamás suelen postear cada una de las fotos de cada álbum que subimos a facebook? No se limitan a comentar el álbum, sino que recorren todas las fotos contenidas en él comentado hasta el más minucioso detalle. He llegado a tener 50 notificaciones de que comentaron mis fotos, y todas dicen el nombre de mi madre. Y lo hace en tiempo record: 50 fotos en 1 minuto. Increíble.
Y esta ansiedad por comentar no se limita solamente a las imágenes. No. Podemos tener invasiones hasta en el muro, en nuestros estados compartidos, en los mensajes; en todos lados donde se pueda comentar algo, ahí están

Como son nuestras madres, no tiene nada de reprochable. Es tierno, es un poquitín molesto, pero uno lo supera rápidamente porque demuestra el interés -y la poca vida social- que nuestras madres tienen por nosotros. A mi no me incomoda para nada.

Pero, ¿qué pasaría si fuera un amigo o amiga quien nos dejara 50 notificaciones? ¿qué pasaría si un día llegamos y vemos que tenemos el muro invadido de posteos? Claramente, luego de sentirnos confundidos, sorprendidos, asqueados, acecados y atemorizados le gritaríamos mentalmente que es un sicópata. Y si, puede que lo sean, porque ¿qué te lleva a comentar todas y cada una de las cosas que hacemos? Y he aquí, Señoras y Señores, que me encuentro frente a una contradicción enorme: ¿Cuántas veces hemos revisado el perfil COMPLETO de esa persona que nos mueve el piso? Revisamos su información, su muro, sus amigas, amigos, videos, fotos, álbumes, links, bajamos hasta que ya no existe más historial... ¿Acaso eso no es enfermizo? Pero ahí está la diferencia: Si no se dice, no sucede. Podemos trajinar todo lo que podamos, sin problemas abrimos todos los links que nos dejen un poco más de información sobre nuestra víctima, pero una vez más en esta sociedad enferma lo que impota es que parezca como que no lo hemos hecho.

Puede que nuestras mamás no lo reflexionen tanto, pero a lo mejor ellas no tienen tanto miedo de parecer invasoras (a veces simplemente porque lo son y punto). Hemos pasado tanto tiempo detrás de las pantallas, viendo televisión y conectándonos con el mundo de manera virtual -estemos o no estemos en facebook, que nos acostumbramos a vivir virtualmente: Todo es un avatar, todo es una presentación y no importa cuán inteligente, interesante o reflexiva seas, lo que importa más que cualquier otra cosa es que a-parezcas "normal", "sexual", "piola", "trendy", etc. No importa si eres una nerd que gusta de tarjetas miniSD o videos de 1080p, lo que importa es que tu foto de portada sea cool. Da igual que te guste la música latinoamericana, si conoces al menos una canción de Black Eyed Peas y la pudes cantar en la Diesel (o en cualquier otro antro de presunción y vanalidad), estás en onda. No importa que veas el perfil del tipo o la tipa 1500 veces al día, lo que importa es que parezca como que no lo haces.

Mamás, se merecen un aplauso: No tienen idea de cómo usar la aplicación de scribd, o que nos molesta que nos manden 800 solicitudes de Farmville o Cityville o Castleville o la estupidez que esté de turno. Lo que sí saben es que no importa si las tildan de cuáticas, de sicópatas o de moscas, lo que importa es que estén cómodas, y si quieren decir algo lo dicen y punto. No están ni ahí con parecer cool, ni trendy, ni juvenil: Quieren conocernos, quieren expresarse como se les de la gana (cosa que abiertamente se permite aún en la red) y quieren escribir todo eso que no pueden decirnos a la cara porque casi ni pasamos tiempo en la casa y, cuando lo hacemos, estamos 24/7 en el computador pareciendo interesantes.

Mamis: Las quiero mucho por lo que son, no por lo que parecen.

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