Pestañas

noviembre 01, 2009

Prueba de fe

Tengo como una explosión mental. Esto resulta de un fin de semana etnográfico inintencionado y una conversación resumen con Ángela. Como cambian las cosas. Quiero ser un Nicanor Parra al peo. Lo decidí. Pero siempre quiero muchas cosas (risas). Hace tiempo pensaba que ya no escribía porque ya no me pasaban cosas malas. La verdad es que es un poco por eso y más que nada por otras cosas que suelen suceder. Además todo esto me recuerda un poco a Post (nótese la descripción ausente de este personaje pues la intención es releer esta entrada algún día y recordár, sólo yo, quién fue y porque me lo recuerdo).

La idea no es resumir mi vida, se supone que se acumulan aquí experiencias relacionadas con mi vida académica. Bueno, es la idea. Este fin de semana desemboca del anterior, desde el cumpleaños de mi prima. Cumplió diecisiete y está mucho más flaca de lo que, me aventuro a decir, nadie podría haber esperado. Se ve muy bien. Llegué a su casa temprano y estaba la típica amiga que llega seis horas antes para ayudar un poco y ocupar el notebook pues le llegan dos mil mensajes por segundo a los que responde como si de eso se tratara su vida. Es simpática, se llama Camila. Mi prima no llegaba porque era todo sorpresa. Conversé con mi tía, saludé a los que andaban pululando, pregunté lo usual. Me sumé al protocolo universal titulado "Entré a una casa que no es la mia". Estaba todo arreglado y había un aire de ansias, expectación y risas. Llegaban los amigos y amigas. No conocía a ninguno y eso me gustaba más. Me gusta enfrentarme a situaciones nuevas. - ¡Sorpresa!, gritamos todos. Lo típico es lo que sigue: todos se sientan, comen, hablan, sacan la guitarra y cantan "Eres todopoderoso, eres grande y majestuoso ¡oh, oh! Eres fuerte, invencible, y no hay nadie como tu-". Velada protestante. Luego de unas ciento veinticuatro canciones -todas con alguna frase que incluyera "Dios", "Mi Señor" o cosas por el estilo- los del reino se aburren y se dispersan. Mi hermano se va porque tiene que estudiar. No digamos que la estaba pasando bien. Si hacemos un FlashForward llegamos a la hora de dormir. Una buena historia que no merece este blog. Y si sigo haciendo FlashForward termino contando que la velada fue interesante. Conocí a varias personas interesantes, escuché muchas cosas interesantes.

¿Por qué desemboca en este fin de semana? Resulta que ya seis días después volví a la casa de mi prima y me volví a quedar. Sólo porque sí. De hecho planeo ir el jueves que viene a un ensayo de coro de la iglesia -que, según entendí, se llama "Rosa"-, sólo porque si. No, no. Reconozco que algo de etnografía imprimo y reconozco, también, que hay alguien que me interesa seguir conociendo. Por estas mismas razones fui a la celebración del día feriado en honor a los protestantes evangélicos pentecostales de los últimos días. Era un compromiso al que me había dispuesto a ir pues mi primo tocaba. Me encontré saltando "Cristo vive" en una tocata medio extraña, más que nada por el desorden que se generó que por realmente alabar a ese dios. De hecho no le creo mucho, pero ese no es el tema de hoy. Llovió, y con la lluvia se vino abajo el show. Lo que sigue es un acto de caballerosidad para nada machista, más bien en plan amistad y luego partí al culto en la iglesia que antes nombraba. Me nombraron en el púlpito pues se alegraban de verme ahí. Y es que sí, varios y varias me conocen. Y ahí estaba la persona esa. Qué increíble lo que uno puede llegar a hacer. Hasta hace poco no me interesaba participar de una reunión religiosa, menos una evangélica. Es todo un tema de resignificación. Termina el culto con abrazos a todos y todas, menos a esa persona. Hay que hacerse el interesante un poco. Luego organizábamos una salida para la noche, todo en plan evangélico: ver películas, quizás volver a cantar las ciento veinticuatro canciones, qué se yo. Llegamos, luego de un altercado bien machista entre padre, madre e hija, a la casa de Kelly y su voz hermosa. Sí que es hermosa. Su dios me habló por medio de la biblia y me dijo que yo sería quien marcara las frentes de quienes se salvarían. Literalmente decía eso. Qué cosas, ¿no?. Resulta que el doble estándar que sigue mucha juventud cristiana es increíble. Pero en realidad no queda otra pues padres y madres evangélicos es lo mismo que decir dictadura de la fe ciega. Algunos y algunas se salvan. Otros y otras... "Dios me libre".

Pretendo seguir visitándolos, seguir viéndolas y conociéndo a todos y todas. Me interesan, se ve que piensan y son especiales. Tienen mi onda, pero en versión apostólica romana de fin de siglo. Quizás más adelante describa algunos comportamientos que denotan increíbles saltos culturales, contradicciones netas y actitudes rescatables. Lo que sí sé es que ellos tienen completa su existencia. Es una necesidad humana el creer en un ser superior, nos da tranquilidad. Nada es malo si no es en exceso. Nada es malo si no avala la ignorancia, pero ¿cómo distinguir la ignorancia cómoda del salto de fe? Queda de tarea.

octubre 24, 2009

Extraño recuerdo

Hay cosas que son mejor recordarlas uno mismo. Qué linda fue esa maraña de ritos contigo, tu abrazo y tus lágrimas.-

septiembre 07, 2009

El trato al natural, Ensayo

Las costumbres de los pueblos originarios (como se organizaban, como administraban los recursos y su concepción teológica y social) eran realmente asombrosas. Demostraban, en todo sentido, la capacidad humana para adaptarse, explicar la naturaleza, relacionarse con sus pares en la otredad, etc. El visitante nunca hubiese entendido que el desarrollo de tales civilizaciones se vería mermado con la implantación de sistemas viciados y elaborados en base a intereses acumulativos tanto de poder como de riqueza material. En un afán señorial se descuidó el proceso antropológico de aculturación: se destruyeron historias, costumbres, vivencias, memorias e identidades. En vez de aprender de los naturales, dueños de sus tierras, el forastero deconstruyó todo lo que aquellos pueblos tenían y armó sobre ello una sociedad en la cual se sentían cómodos, algo que entendieran. Construyeron esquemas que no se rozaran con la construcción de mundo que tenían. En este sentido los españoles intentaron reconstruir una sociedad feudal en el nuevo territorio queriendo vasallos, sirvientes que se preocuparan de producirles sustento, pero se encontraron con que los habitantes de las zonas al sur del continente ostentaban una libertad, una horizontalidad inexplicable, sin cabida en sus constructos. ¿Cómo era posible que no respondieran a una autoridad principal? ¿No tenían señor? Estas preguntas provocaron quiebres de las representaciones sociales para los del viejo continente, situación que desembocaría en el establecimiento de una condición infrahumana para con los naturales. Eran tratados casi como animales, y por esto mismo se les sometía a condiciones de trabajo deplorables y déspotas. Eran prácticamente el motor de la economía americana colonial: la hacienda. Otro factor que contribuía a la perpetuación del trato improcedente era la lejanía en relación a la administración que, centralizada, requería largos períodos de tiempos para recibir, analizar y aceptar o declinar una proposición política o social como para fiscalizar. Está además el tema de que las ciudades eran núcleos que funcionaban autónomamente, donde si bien se seguían los lineamientos propuestos por la corona, eran modificados según se estimara conveniente. “Su religión no les cuestionaba lo que estaban haciendo. La ley tampoco […]” (Bengoa, 1992, 58) Bengoa analiza la cuestión del maltrato, el abuso y la explotación por parte del español al nativo exponiendo los puntos antes mencionados. En base a eso se entiende que el trato, de cierta manera, era un desquite por parte de todos aquellos españoles que en la pirámide social española se encontraban abajo. De hecho muchos de los españoles que llegaron al continente eran personas que en España hacían, si no con más herramientas, lo que llegarían a hacer aquí: trabajar la tierra, cuidarla, resurgir; y esto generaría una frustración que podían descargar con esos vasallos, sirvientes, su propiedad. Es así como para 1570 los campesinos pobladores de Cañete, hartos de la violencia de la guerra que nunca terminaba exigían el término de ella. Sorprendentemente pedían, también, indios que les sirviesen. Como un niño cansado de gritarle a la mamá que quiere un autito o esa golosina que se amurra y simplemente demanda, así me imagino a estos sujetos. La verdad es que no entendía bien como alguien podía no comprender, no hacer caber una cierta conducta en los esquemas mentales poseídos, no tener la capacidad de flexibilizar las estructuras aprehendidas; pero luego de leer lo que escribo acerca de la mentalidad del español me doy cuenta de que es algo que escapa a mi destreza intelectual. Realmente no entiendo cómo pudieron ser tan caprichosos, tan etnocentristas, y esto es algo que Bengoa aclara un par de veces en su texto: el increíble etnocentrismo con el que los foráneos juzgaban, entendían todo a su alrededor. Era nuevo, era incomprensible, pero desentrañar los misterios de aquellas organizaciones tan distintas a la propia no era un objetivo. Dominar, dominar, conquistar, conquistar. Mío, mío, tuyo, mío. La principal estrategia de los pobladores-invasores fue recurrir a las autoridades. Demandar sus beneficios como conquistadores o simplemente como españoles fieles. Esta conducta es algo que se ha enraizado en la cultura latinoamericana, haciendo del Estado un ente que vele por la seguridad social, política y –primordialmente– económica: “En el origen de la cultura nacional está el pedir al estado, el subsidio, la ayuda” (Bengoa, 1992, 64). Con todo esto podemos inferir que la actitud histórica respecto de las comunidades originarias –que de originarias ya no tienen tanto– responde a una tradición de representaciones sociales configurada desde aquellos días. Todas las situaciones y otras que no figuran en este ensayo fueron acumulándose en el imaginario social tanto de españoles como de nativos generando un rechazo, un odio. Un rencor profundo en el caso de los indígenas. Los conquistadores los veían y los trataban peyorativamente, los subestimaban, los relegaban al puesto de simples productores de su riqueza, incapaces de administrar sus –pocos– bienes, desleales y traicioneros. Eran tan así que Barros Arana incluso llega a afirmar que son seres que no conocen la bondad, por lo que relacionarse con ellos en esas bases no es viable. Y esto más adelante se expandiría hasta ser parte de las características que tendría el bajo pueblo y frases como “Al cabo vale más tenerlos muertos que por enemigos” (Bengoa “Breve historia de la legislación indígena de Chile”, Santiago: Comisión Especial de Pueblos Indígenas, 1990). Hoy en día, en el imaginario social nacional, encontramos claramente la concepción de etnia alterada por esta historia de represión y violencia psicológica y física. El Estado se ha caracterizado por entrar en un juego de apariencias integradoras o derechamente por oprimir la voz de los pueblos originarios, de culparlos muchas veces sin bases y de propugnar tácitamente esta idea de que el mapuche es alguien que simplemente quiere hacer nada. Digo tácitamente porque los gobiernos de la concertación se han caracterizado por mantener un discurso por un lado etnopopulista, entendiendo por etnopopulismo medidas político-económicas en pro de estas comunidades, generalmente por medio de la CONADI; no implicando que estos pueblos tengan la razón y se les sean concedidas sus exigencias –que califican siempre de excesivas– y por otro absolutista, catalogando a los manifestantes étnicos como violentistas o rupturistas –hoy terroristas–. Es claro el hecho de que una persona con rasgos étnicos marcados recibe un trato diferente aquí y en la quebrada del ají, principalmente porque la imagen del blanco, emprendedor y profesional es altamente valorado, venerado, producto de orgullo familiar. “Mi hijo es abogado/médico/ingeniero. Es lo que siempre soñé”. Es todo lo que se espera. Siempre mirando al frente, nunca atrás, se concreta una posición condicionada para con los pueblos originarios que desaparecen del continente, siendo reemplazados por estas sociedades del espectáculo (Guy Debord, 1967) con base en la facha, un posmodernismo lleno de complementariedades descompuestas y particulares, autónomas, individualistas y sin asientos concretos, sólo imágenes que suplen a la realidad.

mayo 30, 2009

Un mea culpa no exento de riquezas

Ya hace mucho que no escribo, y me ha pasado antes. Hoy se debe a dos cosas bien importantes: una de ellas es que escribo en otro blog, mis propias ideas pero enfocadas en un aspecto de mi vida que es la disidencia sexual. No crean que simplemente se aboca a cómo ser gay. Disidente sexual es todo aquel que tenga conductas fuera de la heternormatividad. La otra razón es que estoy viviendo a concho, como dice mi madre. La vida es una, al menos en este plano, y hay que aprovecharla. Volví con mi pololo, ese que me inspiró a escribir las entradas más oscuras de este blog. Volvimos y estoy más feliz que nunca. Dicen que las segundas partes no son mejores que las primeras, pero sincera y modestamente creo que he madurado mucho desde el año pasado. Esas dos razones son las que me han alejado de escribir constantemente en este, mi segundo blog pero el primero que tomo en cuenta realmente. Supongo que con todos los 'diarios de vida internáuticos' sucede lo mismo. Me corrigo: con la mayoría. Pero en fin. Les quería contar hace tiempo que mi pololo está en Fresia haciendo su internado. Es ya casi odontólogo y la última etapa de su vida académica universitaria de pregrado la está viviendo en el sur, entre Frutillar y Llanquihue. Resulta que hace un par de semanas lo fui a ver, y mi travesía no estuvo exenta de peripecias. Incluso me encontré a las once de la noche haciendo dedo cerca de Villarrica. ¿Que si la experiencia fue mala? Para nada. Fue súper entretenida y no me arrepiento en ningún momento de haberla vivido. De hecho quiero irme a dedo hacia el norte el verano próximo. Espero que me acompañe. En ese viaje sentí que la vida me regalaba todo: mi carrera que amo, un hombre a quien acariciar, la oportunidad de vivir cosas que no todos pueden... Me sentí completo, un joven aventurero que quebrara estándares. Quién viaja en iniverno, por favor. Este último tiempo ha sido algo así. Lamentablemente ayer, en una discución, me encontré con la mayor crítica: soy un mentiroso. La verdad es que todos mentimos en algo, no podemos decir que al menso en el último mes no dijimos alguna pequeña mentira. Todos mentimos, todos somos mentirosos. El problema está en la constancia, y yo tengo un Phd en ello. No es algo que me haga sentir orgulloso, es algo que, la verdad me averguenza. Ser mentiroso no tiene mucha gracia, puedes ganar juicios, salirte con la tuya y disfrutar de la vida pero ¿a qué costo? Mentir es una práctica que me gustaria dejar y hoy di mi primer paso. Generalmente la uso para salir a carretiar o para juntarme con mi pololo, no son mentiras que hacen daño a nadie pero son mentiras al fin y al cabo. Fuera de eso soy honesto, trato de no decir mentiras pero mientras las diga son cosas con las que tengo que lidiar. Otras cosas con las que tengo que lidiar son mi flojera. Siempre que quiero ir al gimnasio me dan unas ganas tremendas de quedarme haciendo nada. Como hoy, por ejemplo. Tenía todo el tiempo del mundo (hasta que me dijeron que hiciera una pizza aquí en mi casa) para poder ir, pero como soy de flojo lo dejé para la próxima semana. Es increíble, en todo caso, como se siente uno satisfecho de simplemente hacer algo con su tiempo en vez de malgastarlo viendo alguna película famosa. Tiempo de ocio hay, y de sobra. Soy estudiante, la verdad es que mucho no tengo que hacer, aunque defienda cada discución que no nos sobra el tiempo. Ser mas consecuente y verdadero, dos metas que desde hoy me propongo. A pesar de mis defectos, las cosas han ido increíblemente bien. No le pido mucho más a la vida. Amo, me aman. ¿Qué más se puede pedir?

abril 08, 2009

¿Una sexualidad libre?

A veces no entiendo por qué produce tanta agitación el tema de la libertad sexual, sea en el sentido de dejar ser a los homosexuales o en que una pareja de heterosexuales vivan de la poligamia. Digo a veces porque de que genera controversia, lo hace. Quizás el tema pasa, principalmente, por las enfermedades que pueden contraerse y el peligro público que pueden ser, pero esto viene de antes. Antes de que existiera -si es que existe- el Síndorme de Inmuno Deficiencia Adquirida la libertad sexual era algo tabú: Recién en los años setenta se empezó a dejar libre el apetito sexual experimentando, jugando, aprendiendo. Esta revolución sexual se habría carcterizado también por la tolerancia, el abrirse a nuevas fronteras. El movimiento feminista cobra fuerza y la equidad social hombre-mujer comienza a trabajarse. ¿Qué pasó entonces? ¿Por qué hoy es tan dificil aceptar una poligamia, una relación homosexual, la prostitución y otras prácticas? La discriminación que los adultos (30 ->, al 2009) ejercen sobre estas minorías sociales es increíble. Recuerdo una vez, paseando con mi familia por la calle Barros Arana, que vi a una pareja de hombres que iban tomados de la mano. Me pareció tierno y valiente. Aclaro que yo habría de tener menos de doce años. Mi razonamiento no fue más allá de una valoración como esa, pues si bien entendía que todo el mundo calificaba aquello como malo yo encontraba que la situación no era incómoda ni como para indicarlos con el dedo. Hoy me alegro de haberlos visto, pues representaban entes rupturistas. Se atrevieron a demostrar lo que sentían aún cuando la gente los miraba extraño, aún cuando sabían que las señoras que caminaban a su alrededor no les dirían a sus nietas lo lindo que era verlos sonriendo y de la mano. Sabían que esos tipos, sentados en esa banca, fumando sus cigarrillos y quizás un poco ebrios les gritarían las cosas que les gritaron. Quizás sabían, también, que les daría verguenza y se soltarían la mano. Pero se atrevieron y eso lo aplaudo. Siempre critico a la gente que no se atreve, que no se tira al agua. Yo no soy un ejemplo de eso. No tanto. Pero a veces me siento mal al saber que habemos muchas personas que hacemos cosas porque la diversidad sexual sea eso, diversidad; mientras muchos otros y muchas otras están en sus casas escondiéndose. Sé que cada uno tiene su tiempo y que la verdad siempre hay sujetos que no participan de las batallas pero celebran el resultado de la guerra con todos. En vez de sentirnos indignados deberíamos sentirnos orgullosos por llevar ese estandarte, el de rupturistas. Quienes practican la poligamia y gustan de explotar su condición sexual y compartirla con su pareja los felicito. Aunque es un tema personal, íntimo que cambia patrones localmente algo hacen. Y lo más probable es que esas personas no estén interesadas en hacer de la sociedad un lugar más diverso, no están dispuestos a tener visibilidad, pues en su propio espacio rompen esquemas; como esos hombres enamorados. ¿Qué tiene de malo? Si ahora es un tema biológico-clínico, antes era religioso-moral. Y ahora hasta se han mezclado. Es probable. Finalmente la moralidad, discutíamos en clases con el ayudante de Teoría Sociológica I, es algo flexible y cambia con el tiempo. Comportamientos morales luego dejan de serlo para volver a tener el título más adelante. La moral es personal y colectiva a la vez. La moral es una contrucción social. Y a eso hay que atacar, a la moral colectiva, una moral doble estandarizada que lo único que produce son entes conservadores netamente ideologizados con un Dios a su haber. A mi parecer, son justificaciones burdas. La motivación principal debe ser algo más profundo, no un simple argumento que diga "Es antinatural, va contra el plan de Dios". Si la gente se cree ese cuento, debe ser porque detrás hubo alguien que condenó esas prácticas por una razón mucho más de peso. Si de Grecia a Roma cambiaron los patrones culturales -y no por el cristianismo- debe haber un argumento fuerte que haya hecho conservadurizar el pensamiento. O la gente es tonta.

abril 04, 2009

El momento exacto

Es mejor detenerse antes que todo se desmorone por una pisada en falso a metros del abismo. Creo que, justo ahora, es el momento y es que me dirigía hacia un camino al final de la escaera en espiral donde alejaba a un par de personas. No se trata de querer tener a todos cerca ni mucho menos. Es simplemente que a veces el cristal con que se miran las cosas no es el mejor, sobretodo cuando hay proyectos en camino y otros ya con ruedas que hablan de cualidades que no se tienen, o que no se han cultivado. La tolerancia es una de ellas. Es dificil de alcanzar, me contaba una muy buena persona; el hecho de transmitirla, poder hacerlo, era tremendamente dificil. Y es que uno tiene ideas preconcebidas de la mayoría de las cosas, y no imponerlas o axiomatizarlas es algo que no todo el mundo hace. El hecho de escuchar a la gente, entender su punto de vista -no justificándolo, sino que poniéndose en su lugar- son sucesos que va configurando la capacidad del escucha para tolerar visiones diferentes. A mi me cuesta bastante. No porque me las dé de sabio ni porque intente provocar debate, sino porque mis concepciones, básicas concepciones de la vida, generalmente no andan tan equivocadas. ¿En qué me baso para decir eso? Pues en la vida misma. Soy una persona que no viene de una familia que se preocupa por concientizar a sus integrantes de los procesos sociales. Más que nada es de esas típicas familias que inculcan a sus hijos valores productivos, consumidores, de rebaño. Y es que para ellos es la manera de vivir, sobrevivir. No les hecho la culpa de mi manera de enfrentar las cosas, porque si bien determinan mi personalidad no la condicionan. Siempre está la oportunidad de saber más, de crecer en algún aspecto y esa desición siempre es personal. A lo que voy con esto es que el debate aireado en mi familia es característico y eso ha hecho que generalmente me apresure a finalizar el debate unilateralmente dejando en claro que mi visión de las cosas es algo irrefutable, que mis argumentos son los mejores o cualquier indicio de superioridad en cuanto a información. Soy un inmaduro estudiante universitario que cree que por dos años de teorías sabe más que muchos otros. Tampoco se trata de ser extremadamente humilde, pues si bien no sé todo lo que quisiera saber, sé mucho más que muchas personas. La humildad es algo que también me cuesta trabajo poner en práctica. Recuerdo un día una discución con un personaje al cual, en un arranque de palabras, dije "Pero hábla bien, si estás hablando conmigo". Y eso, así tal cual como lo dije, no es algo que motive la conversación. Me hubiera pegado un combo en ese momento. Todo esto porque últimamente me he dado cuenta que estoy dejando el trabajo por una mente abierta, sesgando mi opinión y mi punto de vista en ciertos temas relacionados directamente con la manera de vivir de las personas. Imponer mi pensamiento es una cosa que he hecho también, como nunca. Por eso apretar el freno ahora es mejor que darme cuenta de que me faltan un par de escalones para terminar de bajar. Gracias a los que me han hechor ver. Puede que no se entienda, porque generalmente yo vomito palabras. Es lo que mejorcito se me da.

enero 30, 2009

Hay tanto allá afuera

¿Quién no se ha parado alguna vez a leer las noticias del diario de turno en ese quiosco de la esquina? Muchas veces nos quedamos un ratito viendo las noticias mientras nos tomamos un té, o mientras almorzamos. ¿Qué dirá esa vieja que toma once en su casa, mientras mira teletarde? Muchos nos cansamos de ver los 4 asesinatos, 5 suicidios y 6 femicidios por día. ¿Cuçal es la idea de rellenar las noticias con acontencimientos como esos? De repente escuché que la idea era ensordecenos hasta que nuestros tímpanos ya no se dieran cuenta de que eso está mal. Finalmente lo vemos todos los días, monótonamente. Cualquiera pensaría que es normal que, una que otra vez, un tipo secuestre a una niña y la viole para luego matarla. Es algo que escapa de nuestras manos. Claro que sí, porque una sola persona no sirve. Nunca sirvió. De información estamos llenos. Pero ¿qué hacemos con ella?
Videos http://www.youtube.com/watch?v=ScLQX3g0784 http://www.youtube.com/watch?v=hzoNInZ2ClQ http://www.youtube.com/watch?v=PZqAs_K_zGo http://www.youtube.com/watch?v=BBYvlxLJuKw Pensamientos medio lógicos http://www.angelfire.com/tn/tiempos/mundo/texto05.html es.wikipedia.org/wiki/Foro_Social_Mundial http://www.elciudadano.cl/
¿Cuál es el problema entonces? Es cosa de mirar hacia el lado, es levantar un poco la vista. No es tan dificil ayudar, no es tan dificil extender una mano. Yo, sinceramente, no entiendo como todo puede estar tan jodidamente mal: niños con armas, quemando perros, hombres matando a sus parejas, mujeres ahogando a sus hijos, empresarios estrujando a trabajadores, politicos mintiendo en todas partes y sacandole el último pedazo de carne al pueblo. La democracia es un ideal, como el socialismo de estado. ¿Qué se necesita para vivir? ¿Cuándo aceptamos que vivir significa comodidad? ¿Cuándo comenzamos a decirnos que mientras menos tengamos que hacer más disfrutaremos? No entiendo nada, no entiendo y la verdad es que intentos por hacer algo, más que sentarme en mi puta silla y escribir de esto, no hago. Tengo ideas, sí, pero me falta motivación. Mejorar un poco mi alrededor, para que mañana todo vuelva a joderse como siempre. Tocar un corazón ya no es suficiente, nada lo es. Hay maneras y maneras de actuar, todos lo sabemos. He hablado de ese activista, de ese luchador social, de esos cientos de hombres y mujeres que se mueven por nosotros. Todos esos que tratan de arreglar las cosas, las jodidas cosas que tenemos en frente pero no queremos ver. Ya decía alguien que nos conformamos diciendo "sé que hay tanto mal, que las cosas están fuera de control ¡pero no puedo hacer nada! Por favor Sr. ladrón, no lo molesto, pero le ruego, ¡deje a mi familia tranquilos! ¡déjennos vivir en paz!". Nos conformamos con encerrarnos en nuestro sótano mientras todo pasa, por solo protegernos individualmente. No se trata de destruir para construir. Ser extremista nunca fue bueno. Pero tampoco se trata de lavarse las manos y hacer oidos sordos a lo que pasa. Uno no sirve, dos si. Pero ¿qué mierda pasa? Que cortas mis entrys.

enero 20, 2009

Son tres años

Ya va un mes... Ja! que rápido pasan los dias. Un mes sin ti, y al mismo tiempo al lado tuyo. Quisiera no conocerte tanto. Quisiera no haber estado contigo. Así no sentiría lo que siento. Así no tendría que olvidarte, porque no tendría nada que olvidar. La verdad es que no me sentía tan mal hace tiempo. Ver que los días pasan y no vuelves... Tengo que olvidarte. De esto estoy seguro, ¡¡Pero no quiero!! Tu recuerdo me hace feliz. Por ahora no haré nada. Dejaré que pase lo que tenga que pasar. El tiempo, hoy, decide por mi. -- Van tres meses, aún lejos. Te veo solo, pero a alguien acojes. No soy yo, te miro de cerca, pero tus palabras me alejan. Quisiera no amarte tanto, quisiera no tenerte dentro de mi. Quisiera tantas cosas, pero siempre obtengo lo que no quiero. Quizás es porque siempre uno recibe lo que necesita, pero al principio no se ve como lo mejor. Yo.. te amo, por siempre y para siempre. -- Ya van seis meses y tus manos responden el llamado de las mias. Es gracioso ver que no importando la distancia nos mantengamos juntos. Quizás nunca volveremos a besarnos con la intención de entregarnos. Quizás nunca, mi cama, será testigo de nuestro amor. Pero hay un lazo inquienbrantable, hay un nexo irrompible... Tus miradas mi corazón interpreta y nos perdemos para encontrarnos en esa respuesta no verbalizada. Te amo, por siempre y para siempre amigo. -- Ya ha pasado un año, y todo se ve como si fuera ayer. Incluso me da risa pensar que te amaba, no lo recordaba. Supongo que amé a otros y me amaron también. Tu amistad se fue alejando, cambiamos. Me di cuenta de los errores que no quería hacer, los que hacía estando cerca de ti. Espero te hayas dado cuenta de aquello. Muchos alrededor lo hicieron, trabajan por cambiar ¿Y tú? ¿Dónde estás? ¿Qué haces? No sé nada de ti, amigo. -- Luego de tres años, tres largos años estás en mi lista de contactos. No hablamos seguido pero un hola nunca falta. Sé que estás ahi, sabes que estoy aquí. Quizás no somos cercanos, no sé de tu vida ni tú de la mia; pero estamos aquí y lo sabemos. Cuando me necesites, cuando te necesite. Hoy amo a otro que rompe mis esquemas. Espero que tu sientas lo mismo, que tu vida vacía se haya llenado con todo aquello que siempre se desea. Yo te deseo lo mejor...

enero 10, 2009

Mitades

Nada más decir que la teleserie terminó. Cada uno ve las cosas de forma distinta y ese es el problema, ya no hay sincronización. Los dos nos hemos sentido mal pero yo últimamente me llevo la peor parte. Yo no estoy confundido, tengo las cosas claras y las dejo así mismo ahora. Cree lo que quieras, piensa lo que quieras, entiende lo que quieras. Ya no es mi problema. Me desligo y empiezo la cruzada por mi bienestar, porque el nuestro murió hace tres meses. Fin de la historia, y que no se hable más. Qué cerrado soy, ¿no? Por otro lado cada día me doy cuenta de que he estado demasiado apagado. Veo a gente matando, violando, aprovechándose de todo. Veo que el sistema está concebido como un ideal más, pero como yo mismo soy el maestro delas justificaciones veo lleno de ello lo que me rodea. Que el trato justo no existe pues la justicia con su burocracia no ayuda a nadie, y conste que la burocracia es una de las 'armas' del comunismo. Que no me marquen de lo que no soy. Si soy algo soy un ignorante, porque hay muchas cosas que no sé, como que Manuel Henriquez había muerto en la dictadura. Y yo preguntando si aún se hablaba con él, que idotez. El mundo está mal, y arreglo no tiene; ya lo he dicho antes. Pero no se trata de cruzar los brazos y quedarse así, sin decir nada, sin usar nuestra mejor arma: nuestra voz. Se trata de hacer algo, de practicar la convivencia, porque vienen un mundo nuevo y nadie sabe qué pasará. La conveniencia no es mala si nos conviene a todos. Activistas, proactivos, son solo etiquetas que al final marcan a la gente y la muestran como rebeldes. Y vamos, que esa palabra no suena bien ni en los oidos de la presidenta ni de la señora que toma tecito mientras se espanta de las noticias que hablan de jóvenes manifestantes. Menos va a sonar bien en los oidos de ese empresario que odia al sindicato porque le han inculcado sus amigos empresarios que el sindicato es un grupo de gente aprovechadora. Hay tanta ignorancia en este mundo, y me apesta tanto ser parte de ella. Lo peor es que soy un flojo que no hace mucho, soy un disperso que no se enfoca en nada. He probado cuanta mierda existe en este mundo -bueno un poco menos- pero nada me conforma. Ni karate, ni yoga, ni el activismo ambiental, ni el de género.. Pero ahora tengo un nuevo proyecto: local, pequeño, microidealista. Esperemos que funcione porque ganas no me faltan. Me doy de aqui a Febrero, con miras a diez días antes. Lo quiero lograr porque realmente quiero hacer algo para balancear lo que digo con lo que hago. Es tiempo de moverme y qué mejor si es la mejor manera de sacarte de mi. Pasar la página y volver a ser feliz. Nunca te olvidaré, porque ahora te has transofrmado en la persona más importante de mi vida.

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