Hace treinta y siete años un Presidente era derrocado de su gobierno por ser diferente. Hace tal cantidad de años se truncaba un proyecto que se venía abajo porque un complot secreto, no dicho pero que acechaba en todo lugar carcomía el suelo de los que caminaban levantando la mano empuñada. Fue un desastre para el proceso chileno que -además de democrático- había sido totalmente bueno. pueden decirme que no lo fue completamente, pero quien se internalize en el tema verá que lo malo no tuvo mucho que ver con errores o malos cálculos. Es cosa de pensar en el cobre y acordarse del dos mil seis.
La ruptura tan caótica y despampanante de las estructuras de un país y el atontamiento que esto provocó es lo que se recuerda hoy. Un pueblo sin memoria está destinado a fracasar. Un pueblo sin memoria simplemente no se une, no forja identidad, no se relaciona. Sus vecinos no se conocen, las vecinas se tienen envidia, los hijos de las vecinas se pelean a combos y cuando son mayorcitos lo hacen, pero en una sala gubernamental donde representan al país. Juegan con bombas y con política...
Simón Urzúa "Make the economy scream; prevent Allende from coming to power or to unseat him" (Richard Nixon)
¿Hace falta más con lo anterior?
Allende llegó al poder por una revolución, pero una a un nivel nuevo, uno distinto del cubano: una revolución que pretendía modificar los parámetros sociales y las varas que se ponía el estado respecto de aquellos y aquellas que derramaban soberanía. A niveles muy profundos hablábase de una evolución de la consciencia, y es que siempre he pensado que tienen mucha razón estos hippies de mierda, estos comunachos upelientos, por lo que incluso creé un videito bien básico y mal explicado de por qué y para qué sirve ese aparato gubernamental intangible (pinche aquí). ¿Subsidios? ¿regalos? ¿deber? ¿cómo saber?
El meollo de todo este asunto son las manifestaciones que se presentan año a año por estas fechas, a las que los hijitxs de su mami le temen tanto miedito que comentan en páginas virtuales lo desesperados que sentirían si no pudieras twittear alguna tontera intrascendente. No sé qué tan chalado puedo estar o qué tan equivocado o qué tan hiriente o qué tan agresivo puedo ser, pero éste es mi blog y escribo lo que se me da la gana. Esta vez me citaré a mi mismo resumiendo un contexto determinado, ejemplificado completamente en la respuesta a varios comentarios ridículos en alguna página del ciberespacio:
Jeremias Eduardo No estoy seguro de justificar o no la violencia de las manifestaciones del 11, pero cuando uno se pone a leer y se da cuenta de cómo truncaron un proyecto (bloqueo económico, descrédito de la figura política, etc.) puede entender muy bien la rabia que da que se haya cortado un proceso completamente democrático. o.. ¿por qué creían que eran las manifestaciones? de alguna forma es responder tardíamente a un acto completamente asqueroso como lo es una dictadura (como la de varios países actuales) !
Podría escribir un montón sobre el tema, pero siento que no resiste mucho análisis cuando hablo conmigo mismo -y atiendo a la gente que me urge por una respuesta instantánea. Sólo digo que basta del miedo. Antes que eso, basta de ignorancia. Antes de eso, basta con esa actitud idiota de 'nada me importa', porque somos seres sociales. No podemos pretender simplemente vivir en la tangente. Un día nos vamos a pegar el alcachofazo de que tuvimos millones de oportunidades de expresar algo y no lo hicimos. Estaremos viejitos diciendo "pude haber cambiado esto y aquello, pude haberme movido ese día, pude haber experimentado que era...". Ahora es el tiempo, ahora es cuando podemos mover los dedos. Hagámoslo. Informémonos, difundamos, movilizemos. No olvidemos, pues aquellos que mantienen vivo el recuerdo pueden sentir pasión por las coss que se pretenden. Yo admiro a esx que tiró la cadena al poste, al que se puso delante del zorrillo, a la que levantó las manos recibiendo el chorro de lacrimógeno. Ellxs realmente defienden sus recuerdos y expresan su rabia como les place, como corresponde. Que hayan vivido o no el once es irrelevante, pues si ese fuera el caso, si se necesitara vivir un proceso determinado para poder memorarlo no podríamos celebrar niun bicentenario.
Ya, me aburrí.
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