Volvemos a clases. Volvemos con las manos vacías. Nos dieron el ultimátum y cedimos. Un ultimátum mentiroso, amenazante, inventado y totalmente intencionado. A pesar de todo lo que habíamos avanzado en términos de unidad y compromiso, un gran despliegue mediático y un golpe de desinformación bastó pa que nos mearamos enterxs y decidiéramos simplemente volver a poner la cabeza bajo tierra y sacar la ingenuidad latente que se había demorado en llegar.
Somos unos crédulos, porque el despertar de Chile nunca fue tal. Fue un atisbo, fue un recreo, fue un espacio de dispersión para miles y miles de estudiantes. Fue un gran desgaste para otrxs, y una gran experiencia para todos y todas quienes se movilizaron. Pero volveremos a clases, a salvar una situación que no es real, que se inventó para amedrentarnos y que tuvo completo y total éxito. No nos metieron el dedo en la boca, sino que derechamente nos metieron el pico en el ojo.
¿Por qué la situación del 7 de Octubre es falsa?
Primero que nada, las fechas siempre han sido modificables, y la rapidez con que se declara un día como feriado nacional habla bastante mal de su invento estratégico y su indisposición a correr el plazo límite ésta vez. De existir, no debería ser problema correr todo unas semanas más, hasta que nuestra movilización alcance aportes basales considerables -lo que en el corto plazo pareciera ser lo más cuerdo, o por último 6 de los 12 puntos del documento de requerimientos mínimos. O, aún más, que se garanticen las exigencias mínimas para construir las tambaleantes mesas de negociación. Pero nada, ahí se quedan, impertérritos y felices del éxito de sus emplazamientos erigidos en asquerosos y maléficos planes.
Segundo, si no reconocieran que la fecha es falsa, si siguieran amenazando con los beneficios estudiantiles de financiamiento y nosotrxs nos plantáramos firmes en nuestra posición, si llegáramos a perder becas y beneficios, ¿nos quedaríamos de brazos cruzados sin hacer nada? No lo creo. No creo que la pasividad que hoy abunda en el movimiento estudiantil sería la misma si nos tocaran ese lado de la opresión sistémica que se hace patente en nuestro día a día. Sería estúpido simplemente llorar, simplemente asumirlo. Habría que quemar todo, y si tuviésemos la suficiente unidad como movimiento, lo haríamos. Y es más, ni siquiera tendríamos que hacerlo pues tendrían que correr la fecha, para no terminar incinerados y en el estómago de muchos y muchas luego del asado al palo institucional.
Sin contar todos los argumentos técnicos que significan para el movimiento la pérdida de becas, hay datos concretos que se esgrimen en Valparaíso en relación a este asqueroso y falaz plazo: Hay dos tipos de becas, las anuales y las semestrales. Las que peligran son las segundas, de las cuales –dicen los detractores y vendidos– las universidades sacan el financiamiento para pagarles a docentes y paradocentes, créditos, préstamos, cuentas y deudas varias. Por una parte, ¿creemos realmente que, de no llegar estos beneficios, los cuales le cubren el arancel a cerca del 25% de lxs estudiantes, no se podrá financiar otro mes en las instituciones universitarias? ¿Creemos que no es suficiente con todo el dinero que se mueve luego de que tantas carreras ya hayan terminado su primer semestre?
Es más, acaba de aparecer un documento que emanó de la Universidad de Chile el cual cito:
Bienestar Estudiantil Universidad de Chile: Se desconoce como fecha límite el 7 de Octubre, puesto que es arbitraria por parte del gobierno, ni en la ley 19.287 (Fondo Solidario) ni la Ley 20.027 (CAE), ni en el Decreto 39 del año 2011 del MINEDUC indican una fecha de pérdida de los beneficios para los estudiantes, las becas semestrales ya fueron renovadas y las becas y creditos anuales no tienen fecha de vencimiento.
Luego de todo lo anterior, y si aún los datos que juegan a nuestro favor fueran desconocidos y tergiversados, quizás incluso luego de demostrar nuestra gran unidad, compromiso y convicción decidieran no correr la fecha y quitarnos nuestros beneficios, ¿Uds. creen que el CRUCH simplemente declararía para los diarios nacionales la concreción de tan magno evento? Lo más probable es que se levantaría en un alegato infinito dada la quiebra completa y transversal de las casas de estudio que aseguran su sobrevivencia en el porcentaje de aporte estatal del cual comen y beben. Y de no alegar, simplemente desaparecerían las “buenas” Universidades de Chile. Una medida que el gobierno está dispuesto a tolerar.
He aquí el maquiavélico plan que perfectamente podríamos nombrar “Haciéndonos los weones”, estrategia del gobierno de Chile para deslegitimar al movimiento estudiantil, apagarlo, hacerlo invisible y restarle peso.
Como hace unos meses, el gobierno está jugando con la información y con nuestra ingenuidad. Se aprovecha de nosotrxs, se ríe y se apreta la guata de tanto hacerlo. Antes fue la pérdida del año. Hoy son los beneficios económicos, perdimos toda fuerza y nos rendimos ante el segundo intento por desbaratarnos.
¿Nos fuimos a la mierda?
Lo más probable es que nada cambie, y que este artículo quede en la retina de muchos y muchas que nunca estuvieron dispuestos a mamarse medidas tan poco valientes. Quizás estas líneas plasmen la mala desición que tomamos como movimiento estudiantil universitario (el ala más mamona del Movimiento Social por la Educación). Pero no todo podría estar perdido…
Se acercan fechas claves para el Movimiento, las cuales debemos aprovechar y exprimir. El 29 de Septiembre se planea tirar la carne a la parrilla en Valparaíso, y no dudo que en todo Chile una vez más estaremos en todas las bocas de la ciudadanía. No dudo que veré un nuevo carnaval, no dudo que sabré que la fuerza está, aunque los dirigentes digan que se ha perdido. El 7 de Octubre también nos espera, y debemos ser capaces de hacerle frente a las adversidades que nos han impuesto.
Somos fuertes, somos muchos y muchas, y no nos rendimos. Somos medio tontos, pero si algo hemos construído, es una nueva forma de ver a la sociedad, porque hablar de educación es hablar de sociedad. Si algo nos queda por hacer, es amarrar donde se necesita, es repensar nuestras construcciones micropolíticas, es darle continuidad a todo lo que se ha levantado. Esto no ha terminado, y aún si así lo fuese, no acaba este año.
Arriba lxs que luchan.