Hoy ha sido un día interesante. Ya
hace rato que quiero escribir sobre varias cosas, pero hoy el tema principal es
el voto, ya que una señora que me vendía boxers en metro ULA, me habló de política
y yo prendí con agua. Hablamos harto rato, pero me quedó dando vuelta el temita
porque me acordé de una conversación en la casa de la Franola sobre votar por
alguien, votar nulo o simplemente no votar.
Después de todo, hay un par de
cosas que tengo que decir.
Primero que nada, con la
promulgada ley del voto voluntario no sé qué tanto habrá de mejorar el sistema
político chileno. Algunos hablan de una pérdida del 20% del universo votante y
otros equilibran la balanza sumándole ese mismo porcentaje. En definitiva, las
próximas elecciones tanto de alcaldes como de otras figuras institucionales darán
una clara respuesta a las interrogantes por la representatividad de los
mandamases de Chile.
Ahora, si Ud. es unx de lxs que
se siente absolutamente des-identificado con lxs personerxs políticos de turno
o cualquiera que sea, haya o no estado jugando al ajedrez desde su puesto; le
comento que yo creo que el no-voto es lo peor que puede hacer.
Partamos aclarando que el no-voto
no cuenta. No votar implica una crítica al sistema de representatividad, está
claro; pero no duele. No duele porque es como un gusano intentando comerse una
manzana desde fuera: La cáscara es más dura y, aunque muerde, no necesariamente
es una mascada eficaz. No aparece en los datos, porque no contamos al universo
no-votante, sino sólo al votante. Ahora, ¿qué hacer para ser el gusano dentro
de la manzana? Pues hay que votar. Pero insisto, no por aquellxs que han estado
y no han hecho, sino por el pico, por la raya o por el garabato: Hay que anular.
El voto nulo, partamos con esto, si cuenta. Cuenta como voto nulo,
claro, y puede que se sume a la mayoría de votos “válidos”, pero expresa una
cosa fuerte y clara: “Quiero votar, pero
todxs me parecen una mierda”. Y es que eso es lo que sucede, pues no hay
por quien votar. Claro, podemos decir que si hay, que así es el juego y que es
necesario ser inteligente políticamente y hacerle contrapeso a la coalición que
no nos gusta. Lo siento, antes de inteligencia prefiero la consecuencia y para
mi ser consecuente es deslegitimar a las figuras que han hecho de Chile un país
insolente, violento, desinformado y abusado. El voto nulo es un castigo real,
una voz en off que va sumado desaprobación. El voto nulo fue de un 8% en las últimas
elecciones presidenciales. ¿Qué pasará cuando sea 10? ¿15? ¿20? Quizás habría
que leerse a Saramago para hacerse de una idea.
Puedo pecar de adulto, pero el
idealismo debe ser una meta, no un medio. El fin último para mi es una sociedad
no sexista, laica, realmente democrática, sin etiquetas, sin estigmatización, económicamente
sustentable y justa, responsable ambientalmente, culturalmente rica y diversa,
etc. Pero es el fin. Por ahora, mientras caminamos, tenemos que trabajar con lo
que hay, y en términos cortoplacistas las elecciones hay que sabotearlas
legalmente. Sabotearlas, digo, porque finalmente el nulo no elegirá a nadie. Más
bien terminará siendo el remezón que esperamos para generar los cambios que
exigimos. No votar no genera crisis, los picos y los garabatos sí. Crisis completa
del sistema eleccionario.
Yo invito a votar nulo, porque es
un virus en el sistema. Da cuenta de un mal funcionamiento, da cuenta de la
chanchada que se tiene. Da cuenta,
porque cuenta.
PD: Y por último, si estás en Santiago y quieres votar por alguien, vota por @FelipeParadaM, por un nuevo Recoleta (:
PD: Y por último, si estás en Santiago y quieres votar por alguien, vota por @FelipeParadaM, por un nuevo Recoleta (:
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