No se trata de esperarte,
ni de soñar que un día, que tal vez,
que quizás, que quién sabe.
No se trata de soñarnos ni se trata de mi paciencia.
Tampoco se trata de todo lo que comprendo,
todo lo que puedo contener.
No se trata de refranes ni dichos populares,
no se trata de las islas que lo lloran todo solas.
No se trata del silencio, del abismo, la distancia,
no se trata de lo frío, lo indiferente,
definitivamente no se trata del amor romántico.
No se trata de lo que pasa cuando hay tanta gente al rededor que no tiene idea.
No tiene idea.
No tiene idea de qué se trata.
Porque se trata de ese "¡Quiero saber más de ti!".
Se trata de la magia que aparece cuando nos miramos en medio de la gente, sin que nadie sepa que nos estamos mirando, porque no nos miramos con las pupilas.
Se trata de la luna camino hacia la fogata,
se trata de tu pan multisemillas y tu pie de naranja.
Se trata de esa noche en mi pieza,
se trata de ese poema que me leíste antes que a nadie.
Se trata de la paella, la chirimoya,
se trata de la silla hecha de roca.
Se trata de tus nervios, tus confesiones,
se trata de nuestros besos.
Se trata de nuestros besos.
Se trata de ese beso que me diste sin pensar.
De eso se trata, estoy seguro.
Y todo lo demás se ordena sólo,
a su tiempo, cuando corresponde.
Se trata de sanar. De eso se trata. Eso se intenta.
Y se sana. Lo prometo.
Es la única expectativa a la que me aferro.
ni de soñar que un día, que tal vez,
que quizás, que quién sabe.
No se trata de soñarnos ni se trata de mi paciencia.
Tampoco se trata de todo lo que comprendo,
todo lo que puedo contener.
No se trata de refranes ni dichos populares,
no se trata de las islas que lo lloran todo solas.
No se trata del silencio, del abismo, la distancia,
no se trata de lo frío, lo indiferente,
definitivamente no se trata del amor romántico.
No se trata de lo que pasa cuando hay tanta gente al rededor que no tiene idea.
No tiene idea.
No tiene idea de qué se trata.
Porque se trata de ese "¡Quiero saber más de ti!".
Se trata de la magia que aparece cuando nos miramos en medio de la gente, sin que nadie sepa que nos estamos mirando, porque no nos miramos con las pupilas.
Se trata de la luna camino hacia la fogata,
se trata de tu pan multisemillas y tu pie de naranja.
Se trata de esa noche en mi pieza,
se trata de ese poema que me leíste antes que a nadie.
Se trata de la paella, la chirimoya,
se trata de la silla hecha de roca.
Se trata de tus nervios, tus confesiones,
se trata de nuestros besos.
Se trata de nuestros besos.
Se trata de ese beso que me diste sin pensar.
De eso se trata, estoy seguro.
Y todo lo demás se ordena sólo,
a su tiempo, cuando corresponde.
Se trata de sanar. De eso se trata. Eso se intenta.
Y se sana. Lo prometo.
Es la única expectativa a la que me aferro.